Internacional.- Israel ha sido objeto de nuevas críticas este lunes debido a los recientes ataques en la ciudad de Rafah, ubicada en el sur de Gaza, que según funcionarios palestinos han causado la muerte de al menos 45 personas. Entre las víctimas se encuentran desplazados que vivían en tiendas de campaña y quedaron atrapados en el incendio provocado por los bombardeos.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó que el número de muertos asciende a 45, entre ellos una decena de mujeres, ocho niños y tres ancianos. Además, hay 383 heridos. El ataque aéreo israelí en el campo de desplazados ha sido justificado por la presencia de dos altos cargos de Hamás en la zona, Yassin Rabia y Khaled Nagar.
La comunidad internacional ha intensificado sus críticas hacia Israel por su conflicto con Hamás. Incluso algunos de sus aliados más cercanos, como Estados Unidos, han expresado indignación por la muerte de civiles. Israel sostiene que actúa conforme a las leyes internacionales, a pesar del escrutinio de los principales tribunales mundiales, uno de los cuales exigió la semana pasada el cese de la ofensiva en Rafah.
El gobierno israelí ha informado que está investigando las muertes de civiles, argumentando que el ataque tenía como objetivo una instalación de Hamás y resultó en la muerte de dos líderes milicianos. El ataque del domingo por la noche, considerado uno de los más mortales del conflicto hasta ahora, ha elevado la cifra de muertos palestinos a más de 36,000, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles en su conteo.
Mohammed Abuassa, un testigo que acudió al lugar de los hechos en el vecindario Tel al-Sultan, describió la devastadora escena: “Sacamos a personas en un estado insoportable. Sacamos a niños que estaban en pedazos. Sacamos a jóvenes y personas mayores. El incendio en el campamento fue irreal”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, condenó las operaciones israelíes en Rafah a través de una publicación en la red social X: “Estas operaciones deben parar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Pido un respeto total a la ley internacional y un cese del fuego inmediato”.
Rafah, situada en la frontera con Egipto, ha albergado a más de un millón de personas desplazadas, aproximadamente la mitad de la población de Gaza. La mayoría de estos desplazados volvió a huir cuando Israel lanzó una incursión en la ciudad hace unas semanas. Actualmente, cientos de miles de personas viven en condiciones precarias en campamentos de carpas dentro y alrededor de Rafah.
El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que es esencial destruir los últimos batallones de Hamás en Rafah. El domingo, el grupo miliciano lanzó una serie de cohetes desde la ciudad hacia el centro densamente poblado de Israel, lo que activó las sirenas antiaéreas, pero no causó lesiones.
El Ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, advirtió sobre las repercusiones a largo plazo de los bombardeos israelíes: “Israel, con esta decisión, está propagando odio que involucrará a sus hijos y nietos. Hubiera preferido otra decisión”.
En respuesta a las críticas, Netanyahu afirmó: “Seguiré luchando hasta que se levante la bandera de la victoria. No tengo intención de poner fin a la guerra antes de que se hayan alcanzado todos los objetivos”.
Las primeras conclusiones de la investigación israelí sobre el ataque en Rafah indican que la mayoría de las víctimas fallecieron a causa del incendio provocado por el bombardeo. “La mayoría de las víctimas son a causa de un incendio”, afirmó el portavoz del Gobierno de Israel, Avi Hyman. El fiscal general del Ejército ha ordenado una investigación más exhaustiva.
La operación militar israelí en Rafah, que comenzó el pasado 6 de mayo, ha sido polémica debido a que más de 1.4 millones de personas desplazadas, entre ellas 600,000 niños, se refugian en la ciudad. A pesar de haber sido designada anteriormente como “zona segura”, Israel ordenó una nueva evacuación sin ofrecer un lugar seguro al que ir. Desde entonces, unos 950,000 gazatíes han huido de Rafah, desplazándose a áreas ya devastadas como Jan Yunis y Mawasi.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 35,700 palestinos han muerto o han sido asesinados durante el conflicto, de los cuales más del 70% eran mujeres y niños. La cifra de heridos asciende a 80,000, con 10,000 cuerpos aún desaparecidos bajo los escombros.
