Baja California.- Una mujer migrante de Ecuador murió debido a un golpe de calor mientras intentaba cruzar el muro fronterizo entre México y Estados Unidos en el poblado de Jácume, municipio de Tecate. Su hija, de aproximadamente once años, logró cruzar y quedó bajo la custodia de las autoridades estadounidenses.
Ahora, estas autoridades deben decidir si la reunifican con familiares en Estados Unidos o la repatrian a su país de origen. Este trágico incidente no es aislado, ya que en el último mes han muerto cuatro mujeres en la misma área, principalmente debido a golpes de calor.
El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Baja California, David Pérez Tejada-Padilla, informó que, además de las cuatro mujeres mencionadas, nueve migrantes han muerto este año en la región. Las causas de muerte varían: tres murieron al caer del muro fronterizo, dos se ahogaron, dos sufrieron insolación, uno sufrió hipotermia y uno falleció por disparo de bala. Las víctimas incluyen cuatro mexicanos, un jamaiquino, un hindú, un colombiano, un ecuatoriano y una persona aún no identificada.
Para prevenir más decesos, el personal del INM y activistas han instalado “cajas de vida” en zonas desérticas de Mexicali, especialmente en la Laguna Salada. Estas cajas, similares a cuevas, contienen alimentos y bebidas que se conservan a temperaturas adecuadas, ofreciendo a los migrantes mayores posibilidades de supervivencia en condiciones extremas.
De igual manera se informó que principios del año, el INM estableció un campamento en el poblado de Jacume, en el Rancho San Judas, con la participación del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. Este campamento tiene como objetivo disuadir el cruce irregular de migrantes, detener a los “polleros” (traficantes de personas) y rescatar a quienes se encuentren perdidos. Estas medidas son parte de un esfuerzo continuo para reducir el tráfico de personas y mejorar la seguridad en áreas inhóspitas y de difícil acceso.
La migración irregular a través de la frontera entre México y Estados Unidos es un fenómeno complejo y peligroso. Los migrantes enfrentan numerosos riesgos, incluyendo condiciones climáticas extremas, terreno accidentado y la posibilidad de encontrarse con traficantes de personas. Los esfuerzos para disuadir estos cruces y brindar asistencia humanitaria son esenciales, pero los desafíos persisten.