Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador, reafirmó este miércoles 28 de agosto que mantiene una relación de concordia con la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, destacando que ambos coinciden en la necesidad de una reforma al Poder Judicial. En su conferencia matutina, López Obrador abordó los recientes comentarios del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, quien había sugerido que, a petición de Sheinbaum, la aprobación de la reforma no debería apresurarse.
López Obrador subrayó que no existe ninguna diferencia entre él y su sucesora en cuanto a la necesidad de esta reforma. “Ella coincide en que hace falta la reforma al Poder Judicial”, afirmó el mandatario, dejando claro que ambos respetan los tiempos legislativos y que cualquier especulación sobre un posible desacuerdo es infundada.
“El día que se dé un pleito entre nosotros, ese día van a hacer fiesta, pero se van a quedar con las ganas”, añadió, rechazando tajantemente la posibilidad de una ruptura entre ambos.
Por su parte, Claudia Sheinbaum ha pedido a los legisladores de Morena que actúen con cautela durante el proceso de aprobación de la reforma. Según Monreal, la presidenta electa sugirió no precipitar la discusión para asegurar que se cumplan todas las etapas procesales y que el debate sea amplio y transparente. Monreal explicó que, aunque la reforma podría ser discutida en una sesión adicional el 1 de septiembre, no necesariamente se aprobará ese día. “Es una sugerencia que me parece correcta”, comentó, destacando la importancia de no vulnerar el proceso legislativo.
López Obrador también aprovechó la ocasión para manifestar su satisfacción de que Sheinbaum continuará con las conferencias de prensa matutinas, las cuales él considera serán incluso mejores bajo su gestión. “Ella es muy buena expositora, no les va a aburrir a ustedes, porque yo no hablo de corrido y me tardo mucho, va a ser muy bueno”, expresó.
En cuanto a su futuro, el presidente reiteró su intención de retirarse de la vida pública al finalizar su mandato, subrayando que no volverá a usar sus redes sociales, las cuales serán administradas por una de sus colaboradoras para consulta pública, pero sin nuevas publicaciones. Con esto, López Obrador reafirma su compromiso de dejar la política activa y ceder el control del movimiento de transformación que ha encabezado a su sucesora, Claudia Sheinbaum.
