Nueva York, Estados Unidos.- El juicio contra el magnate del hip-hop, Sean “Diddy” Combs, por cargos de tráfico sexual y crimen organizado ha sido programado para el 5 de mayo de 2025 en Nueva York. Combs, quien ha sido una figura prominente en la industria musical como fundador de Bad Boy Records y ganador de múltiples premios, enfrenta una de las batallas legales más graves de su vida. Las acusaciones incluyen tráfico sexual, transporte para ejercer la prostitución y coerción, entre otras. La fiscalía ha señalado que el juicio podría extenderse si se presentan más cargos o si se añade nueva evidencia.
El proceso judicial está siendo liderado por la fiscal Emily Johnson, quien ha revelado que el caso podría tardar alrededor de tres semanas en ser presentado. Sin embargo, esta duración podría cambiar si se acumulan más pruebas o si se presenta una acusación sustitutiva. Por su parte, Marc Agnifilo, abogado defensor de Combs, declaró que la defensa probablemente solo tomará una semana. A pesar de ello, Johnson dejó en claro que existen grandes volúmenes de pruebas, incluidas cantidades significativas de material electrónico, que continúan siendo procesadas. De los 96 dispositivos incautados, varios estaban dañados, lo que ha ralentizado la extracción de información.
Combs, de 54 años, se declaró inocente de todos los cargos en su primera comparecencia ante el juez federal Arun Subramanian. Se le ha negado la libertad bajo fianza en dos ocasiones, y actualmente se encuentra recluido en una prisión federal en Brooklyn. La defensa ha intentado sin éxito conseguir su liberación, argumentando que Combs no representa una amenaza para la comunidad, y que el paquete de fianza propuesto, de $50 millones, junto con el monitoreo electrónico, sería suficiente para garantizar su comparecencia en el juicio. No obstante, los jueces han considerado que el riesgo de que el magnate interfiera con testigos es demasiado alto.
Además de los cargos federales, Combs enfrenta una serie de demandas civiles por agresión sexual y conducta inapropiada que se han acumulado durante décadas. La más reciente de estas demandas fue resuelta el año pasado, cuando su exnovia, la cantante Cassie Ventura, lo acusó de violación y abusos. Aunque Combs ha negado rotundamente las acusaciones, el caso ha generado una gran atención mediática, especialmente tras la filtración de un video en el que presuntamente golpea a Ventura en un hotel en Los Ángeles en 2016.
La defensa de Combs ha argumentado que la cobertura mediática de las acusaciones ha creado una atmósfera que podría comprometer el derecho del artista a un juicio justo. Han solicitado que se emita una orden de silencio en el caso, alegando que las filtraciones del gobierno están perjudicando la imagen de su cliente. Emily Johnson, sin embargo, ha rechazado estas afirmaciones, calificándolas de intentos por excluir pruebas condenatorias del juicio.
