Internacional.- El líder norcoreano Kim Jong-un visitó una instalación de pruebas de drones suicidas, un tipo de arma de alta precisión que Corea del Norte ha desarrollado para atacar objetivos en tierra y mar, informaron medios estatales el viernes 15 de noviembre. La agencia oficial KCNA divulgó imágenes de Kim supervisando el test de los drones, que fueron descritos como parte fundamental de la capacidad ofensiva del régimen.
Foto: KCNA
Kim subrayó la necesidad de acelerar la producción de estos dispositivos, calificándolos como “fáciles de usar” y con un coste de producción relativamente bajo, lo que los convierte en una herramienta clave en la estrategia militar de su país. Según el líder norcoreano, estos drones son esenciales para fortalecer la capacidad de ataque de Corea del Norte y facilitar su integración en la guerra moderna.
Los drones, que Corea del Norte presentó por primera vez en agosto de 2024, han sido comparados por expertos con modelos israelíes como el “HAROP” y el “HERO 30”, así como con el “Lancet-3” de fabricación rusa. Estas similitudes apuntan a una posible transferencia tecnológica desde Rusia, que a su vez podría haber obtenido esta tecnología de Irán. De hecho, expertos sugieren que Teherán pudo haber obtenido acceso a los diseños de los drones a través de ciberataques o robo de tecnología de Israel.
Este desarrollo ocurre en el contexto de una creciente alianza entre Pyongyang y Moscú, con sospechas de que Corea del Norte está suministrando armamento y hasta enviando tropas para apoyar a Rusia en su invasión de Ucrania. Los drones se han convertido en un arma esencial para ambos bandos en este conflicto, destacándose como una herramienta decisiva en los ataques de precisión.
La cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia, en particular en el ámbito de los drones, refleja la estrecha relación de seguridad que ambos países están cultivando en medio de las tensiones internacionales. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, temiendo que la proliferación de tecnología bélica avanzada pueda desestabilizar aún más la región y los esfuerzos por contener el conflicto en Ucrania.