Tijuana, Baja California .- Madres y padres de familia del jardín de niños Ita Luvi, ubicado en la colonia Valle Verde, cerraron con candado las instalaciones del plantel para impedir el ingreso de docentes y de la directora, como medida de presión hacia las autoridades educativas.
La protesta busca exigir la asignación de un conserje, figura de la que carece el preescolar desde hace más de 30 años. Actualmente, las familias aportan 350 pesos al inicio de cada ciclo escolar para cubrir ese servicio, lo que representa una carga económica considerable para la comunidad indígena, que enfrenta serias limitaciones económicas. En el turno matutino se atiende a 175 niñas y niños, quienes también se ven afectados por la falta de personal de apoyo.
Durante la manifestación, Rodolfo Arellano Salgado, supervisor de la zona escolar 717 de educación indígena, acudió al lugar para dialogar con los manifestantes en representación del sistema educativo estatal. Aseguró que el tema será atendido y que se buscará una solución que responda a la demanda de la comunidad escolar.
Por su parte, Moisés Ramírez León, presidente de la asociación del grupo étnico Ñusabi, informó que las instalaciones permanecerán cerradas hasta recibir una respuesta clara por parte de las autoridades. Mientras que Charai Pérez Ramos, presidenta de la sociedad de madres y padres del preescolar, y varias familias reiteraron que cubrir el pago del conserje con recursos propios es insostenible.