Kingston .- El huracán Melissa, catalogado como uno de los ciclones más potentes jamás registrados en el Atlántico, tocó tierra en el suroeste de Jamaica la tarde de este martes, dejando tras de sí una devastación que mantiene en emergencia a toda la isla.
Con vientos de más de 250 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas, el fenómeno natural provocó daños masivos en infraestructura, viviendas y cultivos, además de cientos de desplazados.
Las imágenes que circulan en redes sociales y medios locales muestran escenas de caos: calles completamente anegadas, árboles arrancados de raíz, techos desprendidos y automóviles arrastrados por la corriente. En zonas rurales, los caminos permanecen cubiertos de lodo y escombros, mientras comunidades enteras permanecen incomunicadas.
En localidades como New Hope, los residentes registraron cómo la fuerza del viento rompía el asfalto y bloqueaba accesos. En otras áreas, deslizamientos de tierra cortaron carreteras y amenazaron viviendas debilitadas por las lluvias.
La costa sur fue una de las más golpeadas. Imágenes aéreas captadas por drones muestran hectáreas de cultivos destruidos y animales buscando refugio entre el agua y el fango. Cerca de hospitales, personal médico y pacientes fueron vistos trasladándose con prisa hacia zonas seguras ante el colapso parcial de estructuras.
El gobierno de Jamaica mantiene activos los protocolos de emergencia, mientras equipos de rescate trabajan a contrarreloj para localizar a las familias afectadas y restablecer la comunicación con las zonas aisladas.