Tijuana.-
El presidente nacional de COPARMEX, Juan José Sierra Álvarez, exigió este viernes desde Tijuana acciones urgentes de los tres órdenes de gobierno para enfrentar la creciente inseguridad y la extorsión en el país, delitos que —advirtió— están frenando el desarrollo económico y afectando directamente a las familias.
Acompañado por presidentes de federaciones y centros empresariales de todo México, Sierra Álvarez subrayó que la extorsión se ha convertido en uno de los delitos más lacerantes tanto para la ciudadanía como para el sector productivo. De acuerdo con cifras expuestas durante su mensaje, la cifra negra de este delito alcanza el 97%, lo que refleja la desconfianza hacia las autoridades y el temor a represalias. Incluso cuando hay denuncias, lamentó, pocas se integran de manera adecuada en carpetas de investigación.
El dirigente empresarial señaló que en la última década la extorsión aumentó 83% y urgió al Congreso a aprobar la Ley General de Castigo a la Extorsión, con penas agravadas cuando se trate de servidores públicos involucrados. Afirmó que las pequeñas y medianas empresas están “viviendo al día” debido al clima de violencia, lo que impacta la economía local y nacional. Según datos del INEGI, recordó, 63% de los mexicanos mayores de 18 años se siente inseguro.
En su posicionamiento, sostuvo que la inseguridad no distingue colores ni fronteras. “El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, y las movilizaciones que generaron son un reflejo del descontento que cruza generaciones, profesiones y regiones. Por eso hablamos desde Tijuana, una ciudad símbolo de resiliencia, frontera de oportunidades, pero también espejo de las urgencias que enfrenta México en materia de seguridad”, afirmó.
Por su parte, Roberto Vega Solís, presidente de COPARMEX Tijuana, demandó la visita urgente del secretario de Seguridad federal ante los hechos violentos recientes, incluido el ataque a las instalaciones de la Fiscalía. Reconoció que Tijuana “ha tenido un año complicado”, por lo que pidió coordinación real entre instituciones y niveles de gobierno.
Ambos dirigentes insistieron en que la recuperación de la tranquilidad requiere voluntad política, cooperación efectiva y acciones inmediatas para garantizar condiciones dignas para el desarrollo económico del país.
