Hollywood .- Tom Cruise obtuvo el domingo el primer Oscar de su carrera, un reconocimiento honorario entregado por Alejandro González Iñárritu durante una ceremonia privada en el Salón Dolby. El gesto, cargado de simbolismo, evidenció el ascenso del talento mexicano en la industria y la dimensión cultural de un actor que marcó cuatro décadas de cine comercial.
Iñárritu abrió la ceremonia entre humor y complicidad. Al presentar al protagonista de Top Gun y Misión imposible, ironizó: “Escribir un discurso de cuatro minutos para celebrar 45 años de carrera es una misión imposible”. Ante un auditorio que incluía a Steven Spielberg, Leonardo DiCaprio y Guillermo del Toro, el cineasta recordó anécdotas de su reciente colaboración en Londres y bromeó sobre la afición del actor al picante: “Comió serranos crudos como palomitas… Yo lo llamo Tomás Cruz, es mexicano”.
En un tono más reflexivo, el director destacó la precisión artística y disciplina de Cruise, a quien definió como un creador que trasciende el cine de acción. “No sólo celebramos una filmografía. Celebramos una vida de trabajo”, afirmó.
Cruise, conmovido, evocó el origen de su vínculo con la pantalla grande. “La gran pantalla me despertó hambre por la aventura, por entender a la humanidad, por contar historias”, dijo. También reiteró su compromiso con la preservación del cine como experiencia colectiva: “Siempre haré todo lo que pueda para apoyar nuevas voces y proteger lo que hace al cine poderoso”.
El homenaje incluyó un repaso audiovisual de su trayectoria: nominaciones por Nacido el 4 de julio, Jerry Maguire y Magnolia, así como su labor como productor en Top Gun: Maverick. Aunque su carrera ha sido premiada globalmente, nunca había ganado un Oscar, a pesar de ser una de las figuras más estables y taquilleras de Hollywood.
Iñárritu anticipó que este reconocimiento podría ser apenas el inicio: “Éste puede ser su primer Oscar, pero no será el último”.
El Oscar honorario otorgado por la Academia reconoce no sólo sus logros como actor y productor, sino su papel en la defensa de la experiencia cinematográfica en salas. La noche, dominada por nostalgia, humor y orgullo latino, dejó claro que la alianza creativa entre talento internacional seguirá moldeando la identidad del cine contemporáneo.