Tokio. – En los próximos meses el gobierno de Japón confirmó que vaciará al mar aguas contaminadas y tratadas que se acumulan en la central nuclear de Fukushima.
El plan fue aprobado después de una revisión rodeada de quejas por parte de grupos locales de pescadores, que se opusieron, pero que finalmente serán compensados por las afectaciones que se puede entrever.
“Antes de proceder al vertido, vamos a esperar a que el OIEA emita su informe general, fortalecer las funciones de supervisión, adoptar medidas para apoyar la venta de productos de la zona afectada y trabajar contra la difusión de rumores negativos”, dijo el portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno.
Se deben dar por concluidas distintas cuestiones, como las obras del vertido, la investigación del regulador nuclear japonés y el informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), antes de la descarga del agua al Océano Pacífico.
