Como no recordar cuando cambiabas un juguete con algún amiguito en la escuela y al llegar a tú casa te ponían un regañadón, regresabas al día siguiente y le decías a tu compañero “dice mi mamá que siempre no”, pues en este caso “dice mi mamá que siempre sí”; nos referimos a nuestra amiga #EsClaudia Sheinbaum, que apenas el pasado 5 de junio decía: “Yo no pienso renunciar al cargo de jefa de Gobierno de la Ciudad de México, yo fui electa, hasta que se gane la encuesta”.
Pero no contaba que durante la cena de celebración de Delfina Gómez, el presidente AMLO de manera extraoficial les hiciera saber las bases (mismas que el domingo 11 fueron aprobadas por el consejo de MORENA) que deberían de seguir las “CORCHOLATAS” para poder participar en la “encuesta” que realizara su partido para seleccionar a su abanderado. El punto es que en las bases se establece que los aspirantes deberían de renunciar antes del domingo 16 de junio del presente, y pues es ahí que tronó la exjefa de gobierno de CDMX, no le quedo otra opción que separase del cargo, dando el siguiente mensaje:
“Quiero informar que he tomado la decisión de separarme del cargo de forma definitiva el 16 de junio del presente, con el fin de llegar a ser la primera mujer en la historia de México en encabezar los destinos de la nación, y de dar continuidad con sello propio a la gran obra de transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador”
Pero ¿quién #EsClaudia Sheinbaum? Es mexicana, nace un 24 de junio de 1962, originaria de la Ciudad de México, con licenciatura en Física, Maestría en Ingeniería de la Energía y Doctorado en Ingeniería Ambiental. Su carrera política comienza en el 2000 junto a su padrino político AMLO, desempeñándose como titular de la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal (ahora CDMX), en el 2015 fue nombran Jefa de la Delegación de Tlalpan y en diciembre del 2018 electa Jefa de Gobierno de la CDMX.
Seguro no fue fácil tomar la decisión de separarse del cargo que los habitantes de la CDMX le confiaron en la Jefatura de Gobierno, pero el que quiera azul celeste que le cueste, Ebrad pidió piso parejo y parece que sus plegarias están siendo escuchadas hasta Palacio Nacional. Ahora ya sin “La silla” veremos cómo arranca su campaña, perdón, continúa, ya que tiene tiempo recorriendo el país. Confiada en que tiene la mejor de las trayectorias para lograr ser la designada, se despide con las siguientes palabras:
“Tomo esta decisión porque considero que soy la única persona que estará en la encuesta, que proviene de una carrera científica y que al mismo tiempo ha participado en la lucha por los derechos del pueblo de México, la democracia, las libertades, la justicia social y ambiental, los derechos de las mujeres desde que tenía 15 años”.
Veremos si la campaña le da el SÍ a Claudia…
