Ciudad de México.- El Senado de México, en una votación unánime, ha aprobado una modificación al artículo 2 de la Constitución que prohíbe los matrimonios infantiles en comunidades indígenas. La reforma destaca la importancia de respetar el interés superior de niñas, niños y adolescentes, sin permitir justificaciones basadas en usos y costumbres de los pueblos originarios, donde esta práctica aún persiste.
La redacción recién aprobada subraya que, si bien se reconoce el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación y autonomía para aplicar sus sistemas normativos, estos deben sujetarse a los principios generales de la Constitución, garantizando los derechos humanos, la dignidad e integridad de las mujeres, así como el interés superior de la infancia y adolescencia.
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Según datos del censo de población del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) en 2020, al menos 27,800 adolescentes pertenecientes a pueblos originarios de entre 12 y 17 años se encontraban casados o unidos en México. Los estados con mayor número de mujeres unidas o casadas menores de edad son Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
El senador Rafael Espino, del partido Morena, afirmó que la reforma busca proteger los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes, especialmente en comunidades indígenas, para prevenir uniones forzadas por usos y costumbres. El dictamen aprobado fue remitido a la Cámara de Diputados para su ratificación.
En el mismo contexto, la senadora Geovanna del Carmen Bañuelos enfatizó que el matrimonio infantil constituye una violación inadmisible de los derechos de niños y adolescentes. En estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero, persisten prácticas de matrimonio forzado, con informes que indican que solo en Guerrero, 300,000 niñas han sido vendidas para matrimonio.
La reforma al artículo 2° de la Constitución establece que, aunque las comunidades y pueblos indígenas tienen derecho a regirse por usos y costumbres, el interés superior de la niñez prevalece sobre estos. El senador Eruviel Ávila resaltó que ningún interés debe estar por encima de los derechos de los niños y niñas ni de la Constitución.
Con 76 votos a favor y cero en contra, el Senado respaldó la modificación constitucional, enviándola a la Cámara de Diputados para su análisis y votación. La aprobación unánime indica un apoyo transversal a la iniciativa, esperando que la Cámara Baja también ratifique la reforma para que, posteriormente, los Congresos locales completen el proceso.
La reforma, que se aplicará en todo el país, busca abordar prácticas arraigadas en comunidades rurales, afrodescendientes e indígenas, donde cambiar mujeres por dinero, productos o terrenos aún se considera normal en algunos casos.
Es relevante recordar que en junio de 2018, se aprobó una iniciativa que prohibía los matrimonios para menores de 18 años, incluyendo restricciones para uniones entre menores o entre un niño y un adulto, incluso si los padres estaban de acuerdo o invocaban “usos y costumbres”.
