Ciudad de México.-El martes pasado, Elon Musk, CEO de Tesla, comunicó durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación que la inversión de la compañía en México está paralizada hasta que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Musk expresó su preocupación ante la posibilidad de que Trump, quien ha manifestado su intención de imponer aranceles a los vehículos fabricados en México, vuelva a la presidencia. “No tiene sentido invertir mucho en México si eso va a pasar”, declaró Musk. Además, reafirmó su apoyo a Trump y su compromiso de donar millones de dólares a su campaña electoral.
La planta de Tesla en Monterrey, conocida como Gigafactoría de México, fue anunciada en marzo de 2023 y tenía previsto iniciar la producción de automóviles a partir de 2026. Las labores de construcción comenzaron tras recibir sustanciales ayudas estatales de los gobiernos mexicanos, y el gobernador de Nuevo León, Samuel García, había asegurado en febrero de este año que las obras empezarían en marzo. Sin embargo, el proyecto ya había sufrido retrasos debido a los elevados tipos de interés, según justificó Musk a finales de 2023.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), consideró que el anuncio de Musk no es serio y lo atribuyó a la especulación y al contexto de la campaña electoral estadounidense. AMLO aseguró que la propuesta de Trump de imponer aranceles no se llevará a cabo en caso de que gane las elecciones, argumentando que producir vehículos en Estados Unidos es más costoso que en México. “No podrían hacerse los vehículos que se consumen en EEUU, en EEUU. No es porque no tengan capacidad tecnológica, sino porque son muy altos sus costos”, explicó el presidente mexicano.
AMLO también sugirió que las declaraciones de Musk podrían ser una estrategia para influir en los mercados financieros y aumentar el valor de las acciones de Tesla. Según él, las empresas a veces utilizan estas noticias para especular en lugar de centrarse en la producción. Además, minimizó las repercusiones de la posible cancelación de la planta, indicando que México sigue atrayendo cifras récord de inversión extranjera directa y que otras empresas podrían llenar el vacío dejado por Tesla.