Estados Unidos.- Liam Payne, exintegrante de One Direction, falleció en un contexto complicado tanto a nivel personal como profesional. Según fuentes cercanas citadas por el medio británico Daily Mail, Payne fue despedido de su sello discográfico, Universal Music, pocos días antes de su muerte.
Además, su equipo de publicidad también renunció a principios de octubre, lo que incrementó la presión sobre el artista. La fuente comentó que el cantante no logró recuperar el anticipo financiero que había recibido, y que, desde una perspectiva musical, estaba en una trayectoria difícil.
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El cantante había firmado con Capitol Records, una división de Universal Music, tras iniciar su carrera como solista en 2016. Sin embargo, su segundo álbum se encontraba en pausa mucho antes de que la discográfica tomara la decisión de rescindir su contrato. “Es como si toda su carrera musical estuviera desmoronándose”, señala el informe.
A pesar de los desafíos que enfrentaba, Payne expresó previo a su muerte su entusiasmo por sus futuros proyectos y había disfrutado de unos días de vacaciones en Argentina, según declaraciones previas. No obstante, estos problemas profesionales parecieron tener un gran impacto en su vida personal.
Universal Music Group lamentó profundamente su fallecimiento en un mensaje publicado en redes sociales: “Estamos devastados por el trágico fallecimiento de Liam Payne. Su legado seguirá vivo a través de su música y de los innumerables fans a los que inspiró”. Con estas palabras, la discográfica despidió a un artista que, a pesar de sus dificultades, dejó una marca imborrable en la industria musical.