México.- Con la llegada de noviembre, México experimentará un ajuste de horario en 36 municipios fronterizos, situados en cinco estados del norte. Este cambio obedece a la entrada en vigor del horario de invierno en Estados Unidos y a la normativa de la Ley de Husos Horarios, promulgada en 2022, que eliminó el horario de verano en gran parte del país, permitiendo solo a las zonas colindantes con Estados Unidos un cambio estacional de horario.
De acuerdo con el Centro Nacional de Metrología de México (Cenam), los municipios fronterizos ajustarán sus relojes el 3 de noviembre, atrasando una hora el tiempo, y mantendrán este horario hasta el 9 de marzo de 2025. Estos cambios permiten sincronizar las actividades transfronterizas, cruciales para la economía y el comercio en la región.
Municipios afectados por estado
Los municipios que realizarán el cambio de horario están distribuidos en Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. A continuación, se detallan las localidades de cada estado que deberán ajustar sus relojes:
- Baja California: San Quintín, Tecate, Tijuana, Ensenada, Mexicali y Playas de Rosarito.
- Chihuahua: Guadalupe, Janos, Juárez, Manuel Benavides, Ojinaga, Praxedis G. Guerrero, Ascensión y Coyame del Sotol.
- Coahuila: Jiménez, Morelos, Nava, Ocampo, Piedras Negras, Villa Unión, Zaragoza, Acuña, Allende, Hidalgo y Guerrero.
- Nuevo León: Anáhuac.
- Tamaulipas: Miguel Alemán, Mier, Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Camargo, Guerrero, Gustavo Díaz Ordaz y Matamoros.
Excepciones de la Ley de Husos Horarios
La Ley de Husos Horarios establece algunas excepciones para ciertas zonas geográficas. Por ejemplo, el horario en el municipio de Bahía de Banderas, Nayarit, seguirá el de la Zona Centro. En el caso de los municipios de Coyame del Sotol, Ojinaga y Manuel Benavides, en Chihuahua, el horario se rige por el meridiano 90 grados al oeste de Greenwich, debido a su ubicación geográfica.
Desde la abolición del horario de verano en México, solo las áreas fronterizas mantienen un horario estacional, que les permite alinearse con los cambios en Estados Unidos y preservar la sincronización en aspectos como el comercio, el turismo y los servicios de transporte.
Este ajuste horario refleja los compromisos y la dependencia económica de las zonas fronterizas con su vecino del norte, un vínculo que sigue influyendo en la vida cotidiana y en la organización temporal de los municipios mexicanos colindantes.