Milán .- Un controvertido penal cobrado a favor del Inter de Milán en los últimos minutos del primer tiempo encendió la polémica durante el duelo de vuelta de semifinales de la UEFA Champions League frente al FC Barcelona, disputado en el estadio Giuseppe Meazza.
Corría el minuto 44 cuando, tras una jugada dentro del área, el defensor blaugrana Pau Cubarsí realizó un contacto sobre Lautaro Martínez. En primera instancia, el árbitro polaco Szymon Marciniak dejó seguir el juego, sin sancionar infracción. Sin embargo, segundos después fue llamado desde la cabina del VAR para revisar la acción.
Tras observar las repeticiones, Marciniak determinó que existía falta suficiente para señalar la pena máxima a favor del conjunto italiano. La decisión generó protestas inmediatas por parte de los jugadores y cuerpo técnico del Barcelona, quienes consideraron que el contacto fue leve y que no debía ser penal.
El encargado de ejecutar el disparo fue el mediocampista turco Hakan Çalhanoğlu, quien cobró con precisión y engañó por completo al arquero culé, desatando la euforia entre los hinchas nerazzurri y la frustración del equipo visitante.
La decisión arbitral fue tendencia inmediata en redes sociales, donde periodistas, aficionados y exjugadores expresaron su desacuerdo, calificando la marcación como “dudosa” y “determinante” en un partido de alto nivel como este.
El encuentro continuó con tensión elevada, y la polémica amenaza con dejar huella en la eliminatoria, independientemente del resultado final.