Las tensiones entre India y Pakistán alcanzaron un nuevo punto crítico este viernes, tras una serie de fuertes explosiones que sacudieron la región de Cachemira y la ciudad de Amritsar, en el estado indio de Punyab. Este episodio marca un preocupante avance en el conflicto que estalló hace tres días, luego de que Nueva Delhi lanzara una ofensiva contra supuestas “infraestructuras terroristas” en territorio pakistaní.
Hasta ahora, se estima que al menos 48 personas han perdido la vida desde el inicio de las hostilidades, en lo que ya se perfila como el peor enfrentamiento entre ambas potencias nucleares en casi 30 años.
Testigos reportaron apagones, ráfagas de luz en el cielo y explosiones cerca del aeropuerto de Srinagar, así como en zonas estratégicas de Jammu. El ejército indio afirmó haber derribado drones pakistaníes y lanzado ataques de represalia con misiles que habrían destruido un sistema de defensa antiaérea en Pakistán.
Mientras tanto, Islamabad no ha emitido una postura oficial ante las acusaciones, aunque crece la preocupación global por una posible escalada de mayor magnitud.
