En medio del conflicto entre residentes y la administración del Rosarito Beach Condo Hotel, ha salido a la luz un documento con “líneas sugeridas” para publicar en redes sociales, cuyo contenido busca desacreditar las críticas hacia la gestión del condominio. El material, que se ha replicado en plataformas como YouTube, TikTok y Facebook, plantea mensajes repetitivos que apuntan a deslegitimar a quienes denuncian supuestas irregularidades.
Entre las frases más destacadas se encuentran: “Si tienen tantas pruebas, ¿por qué no presentan una denuncia formal?” y “Cuando la narrativa es tan coordinada, suena menos a justicia y más a campaña política interna”. De acuerdo con testimonios recabados, estos mensajes provendrían de un grupo de residentes con adeudos prolongados de cuotas de mantenimiento, que buscarían amplificar críticas para ganar una “guerra mediática” contra la administración. La estrategia, según coinciden diversas fuentes, se basa en la idea de que un volumen elevado de comentarios negativos podría dañar la imagen de la empresa y forzar cambios a su favor.
El Rosarito Beach Hotel Condo (con más de 100 años de trayectoria y reputación internacional) es considerado un ícono regional, generando empleo y sustento para miles de familias en Playas de Rosarito y sus alrededores. En un comunicado oficial, la administración recordó que el reglamento interno establece que los propietarios con más de dos meses de adeudo pueden ver restringido su acceso a bienes y servicios comunes, una medida diseñada para proteger la sostenibilidad de las áreas compartidas.
Según pudimos constatar, uno de los principales impulsores de las críticas enfrenta un proceso legal por incumplimiento de pago y disputa la representación administrativa sin respaldo jurídico.
Varios residentes entrevistados de forma independiente subrayan que: “El acceso a las amenidades debe ir acompañado del cumplimiento de obligaciones, evitando que los costos recaigan solo en quienes sí pagamos”.
Expertos en administración de condominios advierten que las redes sociales, cuando se usan de forma coordinada en disputas internas, pueden polarizar a la comunidad y dañar reputaciones sin resolver de fondo los conflictos. Recomiendan privilegiar el diálogo y los canales formales de mediación para prevenir que las tensiones digitales afecten la convivencia y la estabilidad de proyectos de relevancia económica y social.
