México .- Alejandro Gertz Manero presentó este jueves su renuncia como titular de la Fiscalía General de la República (FGR), un movimiento que reconfigura el tablero político y abre un proceso donde el Senado deberá definir, con mayoría calificada, a su reemplazo. Senadores de oposición confirmaron que la Cámara Alta ya recibió la carta, incluida la panista Lilly Téllez, quien lo difundió en redes.
La Mesa Directiva, encabezada por Laura Itzel Castillo, decretó un receso y se prevé que los legisladores voten en las próximas horas si aceptan o no la renuncia. Mientras tanto, ya circulan nombres de posibles sucesores ligados al oficialismo: Ernestina Godoy, actual consejera jurídica de la Presidencia, y Arturo Zaldívar, asesor de la presidenta Claudia Sheinbaum y exministro de la Suprema Corte.
La salida de Gertz —quien a sus 86 años debía permanecer en el cargo hasta 2028— ocurre en un contexto político marcado por tensiones internas y cuestionamientos sobre la autonomía del Ministerio Público. Aunque la Constitución permite su separación por causas de fuerza mayor, la narrativa pública apunta a presiones dentro del propio gobierno.
Un día antes de la renuncia, Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Política, sostuvo una reunión con la titular del Ejecutivo en Palacio Nacional, en lo que habría sido la antesala de una transición pactada al interior de la 4T. Según la ley, el Senado deberá integrar una lista de al menos diez candidatos, avalada por dos terceras partes de los legisladores, que enviará al Ejecutivo para la conformación de la terna final.
Mientras Morena busca cerrar filas, las reacciones opositoras escalaron. El líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, acusó al gobierno federal de operar la salida del fiscal por motivos políticos. Señaló que la 4T ejecutó un “movimiento golpista” contra Gertz Manero y acusó al régimen de buscar imponer una “narcodictadura terrorista y comunista”, declaraciones que elevan aún más la tensión.
Desde el oficialismo, Ricardo Monreal defendió la gestión del ahora exfiscal, asegurando que cumplió de forma responsable su labor a lo largo de estos años. Sin embargo, la renuncia marca un giro profundo en la estructura de justicia del país y abre uno de los procesos de designación más delicados del sexenio.
