Si en Tijuana existe un ejemplo del personaje político que no le importa vender sus “ideales” al mejor postor con tal de mantenerse con un puesto en el gobierno, ese sería Catalino Zavala Márquez, quien lleva toda una vida saltando de partido político en partido político y de puesto de gobierno en puesto de gobierno.
Todo parece indicar que luego de que Zavala Márquez perdió la candidatura por la alcaldía de Rosarito (que era la que realmente quería) ante la diputada Rocío Adame, ahora busca a toda costa ser el bueno por Morena para la presidencia de Tijuana, por ello es que pretende poner a uno de sus operadores al frente de una dependencia estatal y que le comience a aplanar el camino de cara a los comicios locales.
Se dice que Catalino estaría buscando poner al frente del Instituto de Movilidad y Sustentabilidad (IMOS) a Julián Domínguez, quien se supone es la mano derecha de director del área, Jorge ALberto Gutiérrez Topete, pero que en realidad estaría actuando para que saquen a su jefe y quedarse con el puesto.
Desde el IMOS se mueve un gran presupuesto que desde luego Catalino quiere tener a la mano para cuando se venga el momento de dar billetazos y ganar adeptos en busca de quedarse con una silla presidencial municipal, incluso si para ello tiene que sacar de la jugada a Gutiérrez Topete, quien se cuenta es protegido Carlos Torres Torres, marido de la gobernadora, poniendo así en riesgo la confianza de su jefa.
Rumoran que Julián Domínguez ya opera recursos en pro de este objetivo, los cuales los obtiene de la corporación a la que antiguamente pertenecía, un grupo motorizado de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal conocido como los “ratos locos”, quienes se encargan de conseguir dinero extorsionando a transportistas que operan en la entidad.
Este es un “secreto” que ha comenzado a sonar a voces entre los funcionarios que están a la expectativa de saber cómo los van a querer utilizar, presionar o sacar del camino, quienes aspiran a obtener una candidatura a costa de lo que sea.
