México.- La noche del 10 y 11 de octubre, el desierto de Sonora, en el norte de México, se convirtió en el escenario perfecto para observar un fenómeno natural que sorprendió a muchos: las auroras boreales. Este espectáculo, característico de las regiones polares, fue visible en varias zonas del país debido a una intensa tormenta geomagnética, considerada una de las más fuertes en las últimas dos décadas.
El evento, provocado por la tormenta geomagnética G4, ha generado asombro entre los residentes de Sonora y otros estados del norte como Chihuahua, Nuevo León y Zacatecas. Esta clase de tormentas ocurre cuando las partículas solares, expulsadas a gran velocidad desde el sol, interactúan con el campo magnético de la Tierra, produciendo las coloridas luces en el cielo que conocemos como auroras boreales. Lo usual es que estas auroras sean visibles solo en latitudes cercanas a los polos, pero la magnitud de la tormenta permitió que pudieran observarse en lugares mucho más al sur, como en México.
Este evento fue particularmente significativo porque, aunque inicialmente se creía que solo con cámaras especializadas o en zonas con muy poca luz sería posible apreciar el fenómeno, finalmente las auroras fueron visibles a simple vista, sorprendiendo a los habitantes de estas regiones.
Para quienes no lograron presenciar este espectáculo natural, la buena noticia es que se espera que las auroras boreales puedan verse nuevamente la noche del 11 de octubre en varios países del mundo, incluida una vez más la región norte de México. Sin embargo, junto con este impresionante fenómeno visual, la tormenta geomagnética podría traer algunas complicaciones, como la posible afectación en sistemas eléctricos, satélites y comunicaciones. Según los expertos, la intensidad de la tormenta podría alcanzar niveles históricos, ya que existe un 25% de probabilidad de que evolucione a una tormenta de categoría G5, lo que representaría un evento raro y sumamente potente.
En Chihuahua, varios municipios, entre ellos Julimes, Villa Ahumada, Delicias y Nuevo Casas Grandes, también fueron testigos de este espectáculo celeste. En Nuevo León, el Observatorio Universitario de Iturbide reportó una gran actividad auroral durante la noche del jueves, mientras que en General Terán los habitantes aprovecharon para tomar fotografías y compartirlas en redes sociales. La NASA ha explicado que este tipo de fenómenos ocurren cuando el campo magnético terrestre se ve superado por la cantidad de partículas solares, permitiendo que estas entren en la atmósfera y generen las impresionantes luces de las auroras.
Las autoridades, incluida la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y la red eléctrica de Norteamérica, han sido alertadas por los riesgos asociados a la tormenta geomagnética, ya que podrían darse cortes de energía, interrupciones en las comunicaciones e incluso afectaciones en la operación de satélites. Estas tormentas no son raras durante los ciclos solares, pero su magnitud y duración las hacen eventos dignos de seguimiento.
Para quienes desean presenciar este fenómeno, los expertos recomiendan buscar áreas alejadas de la contaminación lumínica, como desiertos o zonas rurales, donde el cielo esté lo más despejado posible. En el norte de México, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León se perfilan como los mejores lugares para disfrutar de este espectáculo natural único en la vida.
