Ciudad de México.- Seis trabajadores del restaurante-bar Black Royce, fueron vinculados a proceso por el presunto homicidio del empresario Íñigo Arenas Saiz, quien fue encontrado sin vida dentro del establecimiento el 6 de agosto.
Tras investigaciones se determinó que los hechos se desarrollaron con dolo y uso de anfetaminas vertidas en una bebida de la víctima.
La juez envió a proceso a Aritzi Abril “N”, a las empleadas Ana Karen, Cecilia, Ana Karen, así como el capitán de meseros Eduardo “N” y el encargado de seguridad del restaurante-bar Black Royce, Carlos Daniel “N”, quienes fueron ingresados al Penal de Barrientos en calidad de imputados.
De acuerdo con la jueza ninguno de los detenidos evitó las conductas de riesgo y concluyeron con la privación de la vida de la víctima; “no abandonaron la ejecución de sus acciones”, mencionó.
La Fiscalía aceptó al Gerente como testigo de oportunidad, debido a que este reveló que vio cuando una de las trabajadoras echó al vaso de la víctima un polvo color verde, que regularmente emplean para bajar la ebriedad a los clientes y sigan consumiendo.
Por lo que concluyó que los seis imputados son probables culpables, y dio un plazo de tres meses para que la FGJEM concluya sus investigaciones. Estableció que será el 12 de octubre la audiencia.
Por otra parte durante 17 horas familiares, amigos y compañeros de trabajo de los seis imputados, se manifestación a las afueras de los juzgados, exigiendo la libertad de los acusados, pues insistieron que se les “fabricó un delito”.
Pues contrario a lo declarado en el juicio, no negaron los servicios de salud, sino que la ambulancia tardó en llegar al establecimiento.
