Internacional.- Hoy en día muchos centros urbanos están presenciando un retorno de los suburbios a la ciudad debido a varios factores, entre ellos el aumento del precio de la vivienda, el cual obliga a los habitantes más pobres a desplazarse a las afueras de la ciudad, en donde los precios son menores.
Nueva York es una de las ciudades que más ha sufrido de este proceso en las últimas décadas, el cual además ha incrementado por el uso de plataformas como Airbnb, es por ello que se han aprobado una serie de nuevas normas.
Las nuevas regulaciones sobre los alquileres a corto plazo entraron en vigor el martes, lo que supondrá grandes cambios para los viajeros que esperen evitar el alto costo de los hoteles de la metrópolis.
La Ley Local 18, también conocida como Ley de Registro de Alquileres a Corto Plazo, estipula que las estancias menores a 30 días únicamente están permitidas si los anfitriones se registran ante la ciudad. Además en otro de los puntos los anfitriones deben comprometerse a estar físicamente presentes en la casa mientras dure el alquiler, quedando descartada la posibilidad de alquilar un apartamento entero.
Asimismo, están restringidas las rentas a máximo dos huéspedes a la vez, por lo que las familias quedan excluidas.
Ante ello la ciudad señaló que ha aprobado poco menos de 300 de las más de 3 mil 800 solicitudes recibidas de plataformas como Airbnb y VRBO.
“En la ciudad de Nueva York, los apartamentos residenciales deben ser para uso residencial”, señaló Murray Cox de Inside Airbnb, un grupo defensor de la vivienda que recopila información sobre la presencia de la compañía en distintas ciudades del mundo.
Las multas por incumplir estas normas van entre 100 y 1,000 dólares por una primera infracción.
Tras una década de crecimiento de estas plataformas sin apenas restricciones, ser anfitrión se había convertido en un negocio lucrativo, aumentando la gentrificación en el Estado, desplazado a miles de habitantes a las zonas alejadas de la ciudad.
