Internacional.- La esperada secuela de la exitosa película de animación en plastilina, Pollitos en Fuga 2: Amanecer de los nuggets ya está disponible en Netflix desde el pasado 15 de diciembre. La película, dirigida por Sam Fell y producida por Aardman Animations, el mismo estudio que creó la primera parte, así como las producciones de Wallace y Gromit, y La oveja Shaun. En ella se retoma la historia de Ginger, Rocky y el resto de las gallinas que lograron escapar de la granja de Tweedy hace 23 años.
En esta nueva aventura, las protagonistas viven felices en una isla paradisíaca, donde Ginger y Rocky han tenido una hija llamada Molly. Sin embargo, su tranquilidad se ve amenazada cuando descubren que en el continente hay una nueva y terrible amenaza para las gallinas: una granja donde se fabrican nuggets con un método muy sospechoso. Para salvar a sus congéneres, Ginger y sus amigas tendrán que infiltrarse en la granja y enfrentarse a nuevos peligros y enemigos.
La película mantiene el estilo y el humor característicos de Aardman, al mismo tiempo que introduce elementos novedosos y actuales, como la presencia de personajes de otras especies, como ratones, cerdos y vacas, o el uso de la tecnología para comunicarse.
Para su producción se contó con un equipo de más de 350 personas, que trabajaron durante más de dos años para dar vida a los personajes con la técnica stop-motion, que consiste en mover y fotografiar las figuras de plastilina cuadro a cuadro.
El filme ha recibido críticas positivas por parte de la prensa y el público, que han alabado su calidad técnica, su guion divertido y emotivo, y su capacidad para entretener tanto a los niños como a los adultos.
Además, es un homenaje al cine de aventuras y espionaje, con referencias a clásicos como Indiana Jones, Misión Imposible o James Bond. Además, es un tributo al cine de animación en plastilina, que demuestra que esta forma de arte sigue vigente y tiene mucho que ofrecer.
La primera parte de Pollitos en Fuga se estrenó el año 2000 y estuvo dirigida por Nick Park y Peter Lord, con guion de Karey Kirkpatrick. Fue el primer largometraje del icónico estudio de animación. Su recaudación en taquilla alcanzó los 224 millones de dólares, lo que la convirtió en la película de stop-motion más taquillera de la historia.
