Coahuila, México.-Autoridades mexicanas informaron que localizaron los restos de dos de los diez mineros que quedaron atrapados y fallecieron en el accidente ocurrido en la mina de carbón “El Pinabete”, ubicada en el estado de Coahuila, en agosto de 2022.
“El día de ayer se localizaron dos restos humanos que se encuentran en custodia del Ministerio Público. A 512 días desde que este yacimiento carbonífero quedara inundado, los esfuerzos de excavación alcanzaron de manera segura las galerías de la mina, ubicadas a 62 metros de profundidad”, indicó en un comunicado el Gobierno de México.
Esta tragedia ha puesto de manifiesto los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores en las minas de carbón no reguladas de México y ha dirigido la atención hacia la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), a la cual la minera proveía de carbón.
La labor de rescate y recuperación ha sido un proceso arduo, tomando 512 días para localizar los primeros restos a 62 metros bajo la superficie, después de la extracción de 2.3 millones de metros cúbicos de roca y tierra por parte de los servicios de rescate.
Cuando acontecieron los hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador, prometió recuperar los cuerpos en unos meses, sin embargo con el pasar del tiempo, en junio pasado reconoció que el proceso tardaría hasta 2024.
Los hechos ocurrieron 3 de agosto de 2022, cuando los mineros quedaron atrapados bajo tierra debido al derrumbe de la pared de un túnel, provocando la inundación de toda la mina. Se destaca que la mina no había sido inspeccionada por inspectores laborales, según informó Reuters el año pasado.
La espera prolongada ha superado las expectativas iniciales de las autoridades mexicanas, que habían anunciado un plan de búsqueda de entre seis y 11 meses para encontrar a los mineros.
“Se han invertido más de 11 mil horas de trabajo ininterrumpido y se han realizado 128 voladuras controladas (explosiones), bajo la supervisión de Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional)”, se expone en el texto de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Este suceso destaca la necesidad apremiante de revisar y mejorar los estándares de seguridad en la industria minera del país, enfocándose en la regulación y supervisión adecuadas para garantizar entornos laborales seguros y prevenir tragedias similares en el futuro. La atención ahora se centra en las lecciones que se pueden aprender de esta dolorosa experiencia para fortalecer la seguridad y protección de los trabajadores en la industria minera mexicana.
