Baja California.- El Hospital Materno Infantil de Mexicali emitió una alerta, donde advirtió sobre los riesgos para la salud de las mujeres embarazadas que experimentan antojos inusuales, conocidos como “pica”, los cuales involucran el deseo compulsivo de consumir sustancias no comestibles como tierra, gis, pintura, detergente o cal.
José Rojas Serrato, director del nosocomio, señaló que este comportamiento alimentario inusitado, aunque poco común, puede tener consecuencias significativas tanto para la salud de la mujer gestante como para la del neonato.
La “pica” durante el embarazo se caracteriza por el deseo compulsivo de consumir sustancias peligrosas, y aunque las causas no están completamente comprendidas, se cree que factores nutricionales, emocionales y culturales pueden contribuir a este comportamiento. Algunas teorías sugieren que la falta de ciertos minerales o nutrientes en la dieta podría desencadenar estos antojos inusuales.
El director del hospital resaltó que este fenómeno puede tener consecuencias negativas, ya que los antojos compulsivos pueden incluir sustancias tóxicas, contaminantes o con la presencia de parásitos, aumentando así el riesgo de complicaciones para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la “pica” como un fenómeno preocupante y sugiere abordar tanto los aspectos nutricionales como los psicológicos asociados con este comportamiento durante el embarazo. Asimismo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca la importancia de la educación y la detección temprana en mujeres embarazadas para prevenir posibles riesgos para la salud materna e infantil.
Es crucial que las mujeres embarazadas que experimenten antojos inusuales lo comuniquen abiertamente a su médico familiar durante el embarazo. Entre los posibles efectos adversos en los recién nacidos de madres con “pica” se incluyen la prematuridad, mortalidad perinatal, peso bajo al nacer, irritabilidad, disminución del perímetro cefálico y exposición a contaminantes químicos como plomo, pesticidas y herbicidas.
Para la mujer gestante, los riesgos asociados con la “pica” pueden incluir constipación, obstrucción intestinal, daño dental, toxicidad por consumo de plomo y parasitosis.
“Independientemente de las creencias populares, es esencial abordar la ‘pica’ desde una perspectiva médica y nutricional para garantizar la salud”, enfatizó el director del hospital.
Entre las sustancias que más despiertan esta compulsión, además de la tierra, se encuentran cerillos, pasta dental, piedras, cenizas de cigarro, pelo, harina, jabón, polvo para hornear, plástico o lana. Se insta a cualquier mujer embarazada que experimente impulsos alimenticios de esta naturaleza a informarlo de inmediato a su médico para recibir apoyo en materia de nutrición y, si es necesario, apoyo psicológico.
