Estados Unidos.- El expresidente Donald Trump logró un avance significativo en su búsqueda de obtener una tercera nominación presidencial republicana consecutiva al ganar las primarias de Nueva Hampshire en un enfrentamiento directo con su última rival, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Haley, a pesar de la derrota en Nueva Hampshire, anunció su compromiso de permanecer en la carrera republicana y centrarse ahora en las primarias del 24 de febrero en su estado natal, Carolina del Sur. Sin embargo, Trump enfrenta el desafío histórico, ya que ningún no titular ha ganado tanto los caucus de Iowa como las primarias de Nueva Hampshire sin llegar a ganar finalmente la nominación de su partido.
Donald Trump, visiblemente molesto por la decisión de Haley de continuar su campaña, expresó su frustración al declarar: “Tenía que ganar. Ella fracasó gravemente”. Trump celebró su segunda victoria consecutiva, después de haber ganado los caucus de Iowa.
El presidente Joe Biden inició los preparativos para una posible revancha en las elecciones generales con Trump, enviando altos funcionarios de la Casa Blanca a trabajar en su campaña y participando en un evento en Virginia donde criticó la postura de Trump sobre el derecho al aborto.
Con el enfoque ahora en Carolina del Sur, Trump se llevó 11 delegados frente a los 6 de Haley, según la proyección de la agencia Associated Press con el 36% de los votos escrutados. Aunque las encuestas no predijeron un margen tan amplio, el triunfo de Trump en Nueva Hampshire mantiene su impulso.
El resultado hace que algunos analistas consideren prácticamente imposible que Haley pueda arrebatarle la candidatura republicana a Trump. En caso de conseguir la nominación y posteriormente ganar las elecciones de noviembre, Trump sería el primer presidente en más de un siglo en EE. UU. en perder una elección y regresar cuatro años más tarde al poder.
