Buenos Aires, Argentina.- En tan solo 45 días de gobierno, el presidente argentino, Javier Milei, se enfrentó el pasado miércoles 25 de enero a la primera huelga general en contra del ajuste fiscal y su plan de reformas que abarcan más de un millar de leyes y regulaciones que rigieron durante décadas.
Desde la mañana, manifestantes se congregaron en la ciudad de Buenos Aires para participar en la manifestación principal frente al Congreso nacional. La “consignaLa patria no se vende” fue la principal durante toda la protesta ante el rechazo a las medidas propuestas por Milei.
La protesta sindical, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central sindical peronista, y la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), se lleva a cabo en todo el país. La huelga se centra en oposición a los cambios por decreto en el régimen laboral propuestos por Milei, que limitan el derecho de huelga y afectan la financiación de los gremios.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, criticó a los organizadores de la protesta llamándolos “sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza”.
El transporte aéreo fue uno de los sectores afectados, con la cancelación de todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas, la mayor aerolínea del país.
La CGT ha estimado que el acatamiento al paro entre sus afiliados fue del 80% en todo el país (unos cinco millones de personas). La central obrera, además, ha estimado que 600.000 personas se movilizaron en Buenos Aires durante la marcha, mientras que 1,5 millones lo hicieron en todo el país.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha difundido, en cambio, que los manifestantes fueron 40.000 y el jefe de la policía de la ciudad de Buenos Aires, Diego Kravetz, ha hablado de 80.000 asistentes en declaraciones a los medios. Los ecos de la protesta se escucharon en todo el país y también llegaron a otros países como Italia, donde un grupo de manifestantes se expresó ante la Embajada de Argentina en Roma.
La medida de fuerza cuenta con el respaldo de otras centrales sindicales, organismos de derechos humanos y organizaciones de trabajadores a nivel internacional, con actos de apoyo en varias ciudades extranjeras. En Uruguay, el PIT-CNT, la central sindical única de trabajadores, se une a la manifestación en rechazo a las “medidas antipopulares” de Milei.
Los manifestantes buscan detener las reformas propuestas por el presidente Javier Milei para revitalizar la economía, enfrentándose a problemas como la hiperinflación y la falta de productividad.
Milei aboga por recortes significativos en un Estado que considera grande e ineficiente, generando resistencia sindical al considerar que estas medidas afectan los derechos de las clases trabajadoras y sectores vulnerables.
El decreto del 20 de diciembre busca modificar o derogar 366 leyes para desregular comercio, servicios e industria, otorgando al Estado la facultad de promover un sistema económico basado en decisiones libres. La ley ómnibus propone desregular sectores desde el comercial, el inmobiliario, el aeronáutico, el de la salud y hasta el de los clubes de fútbol.
