Ciudad de México.- Entre las reformas presentadas la tarde del 5 de febrero por el presidente López Obrador, las cuales aún deben ser discutidas por el Congreso, se encuentra la modificación al sistema de pensiones, misma que se centra en revertir las modificaciones al sistema de pensiones realizadas en 1997 y 2007, las cuales, según el presidente, han afectado injustamente a los trabajadores del Seguro Social y del ISSSTE, impidiéndoles jubilarse con el 100% de su salario.
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La propuesta incluye la creación del “Fondo de Pensiones para el Bienestar” o “Fondo Semilla”, con una asignación inicial de 64,619 millones de pesos. Este fondo busca complementar las pensiones de los trabajadores para garantizar que alcancen el equivalente al último salario hasta un monto igual al salario promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los recursos para este fondo provendrán de diversas fuentes, como el 75% de los ingresos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, la liquidación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, y la venta de bienes inmuebles del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. También se incluyen ingresos de adeudos de dependencias gubernamentales, recursos provenientes de fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, y la eliminación de órganos autónomos y reguladores.
Adicionalmente, el fondo se financiará con el 25% del remanente de las utilidades netas de entidades paraestatales sectorizadas en las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, así como de inversiones derivadas del patrimonio del propio fondo. Se destacó que estas medidas buscan garantizar la imprescriptibilidad de los recursos propiedad de los trabajadores.
La Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, anunció durante esta mañana que la intención es revertir el deterioro de las pensiones provocado por las administraciones de los expresidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón entre 1997 y 2007. Se mencionó que se busca beneficiar especialmente a quienes comenzaron a cotizar a partir del 1 de julio de 1997, bajo la Ley 97 del IMSS.
La iniciativa establece que el Fondo de Pensiones para el Bienestar se constituirá a partir del 1 de mayo de 2024 y se incrementará progresivamente. Se espera que estos recursos se utilicen para compensar a los trabajadores afectados por las reformas antilaborales del periodo neoliberal.
En cuanto a las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), el presidente aclaró que no desaparecerán, sino que se buscará llegar a acuerdos para asegurar una pensión digna. La reforma no contempla la eliminación de las Afores ni toca los recursos de las cuentas de los trabajadores, reduciendo así la incertidumbre que se había generado.
En términos prácticos, la iniciativa propone un tope, estableciendo que solo aquellos trabajadores que ganen menos del salario promedio del IMSS (que actualmente es de 16,777.78 pesos) tendrán derecho a una pensión equivalente al 100% de su último salario. Se busca mejorar las tasas de reemplazo, que actualmente son consideradas bajas.
