Sonora, México.- La Secretaría de Marina de México, en colaboración con la Fiscalía General de la República y autoridades estatales de Sonora, ha desmantelado un colosal laboratorio clandestino dedicado a la producción de drogas sintéticas, específicamente metanfetaminas, en la comunidad de Rancho Viejo, municipio del Quiriego, al sur de Sonora.
Este descubrimiento, ocurrido a unos 650 kilómetros de la frontera con Arizona, ha sido catalogado como el más grande durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El megalaboratorio oculto entre las zonas montañosas de Sonora albergaba una compleja infraestructura con 72 reactores, 102 condensadores, 32 centrifugadoras, y una cantidad significativa de vehículos, motocicletas y material vinculado a la producción de drogas sintéticas. En una impresionante operación, las autoridades lograron incautar 80 toneladas de metanfetaminas, estimadas en más de 600 millones de dólares en el mercado.
En un comunicado de prensa liberado en la mañana, la dependencia ha señalado que en el lugar se encontraron más de 1.350 millones de dosis de la droga, además de miles de kilos de precursores, que representan alrededor de 700 millones de dólares en su venta al menudeo. La Armada ha destacado que el decomiso “representa más del 50% de la droga y precursores asegurados durante el presente año”.
Este golpe al narcotráfico no se limitó a las metanfetaminas, ya que los agentes también confiscaron 35 toneladas y 250 kilogramos de droga ya procesada, lista para su venta, así como 5 toneladas y 750 kilogramos de precursores químicos, fundamentales para la producción de aproximadamente 41 toneladas adicionales de metanfetaminas. Además, se decomisaron grandes cantidades de químicos y sustancias de uso dual, valuados en más de 5 millones de dólares, impactando significativamente las finanzas de la delincuencia organizada.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, junto al titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda, enfatizó la magnitud del laboratorio al compararlo con otros previamente descubiertos. Se destacó que el narcolaboratorio más grande anterior estaba en Sinaloa y contaba con 13 reactores, mientras que el hallado en Sonora supera esta cifra con creces, evidenciando la escala de la operación ilícita.
El impacto de este decomiso va más allá de las fronteras mexicanas. Se subrayó que estas acciones contribuyen a la reducción de las tendencias de consumo, especialmente entre los jóvenes de 19 a 27 años. Además, evitan que las sustancias producidas alcancen mercados internacionales, incluyendo Australia, Canadá, China, España, Estados Unidos, Japón y varios países europeos, donde los precios podrían triplicarse.
A pesar de la envergadura del narcolaboratorio, las autoridades no informaron sobre la detención de sospechosos en el lugar, ni se encontraron armas ni dinero en efectivo. Este hallazgo se suma a los esfuerzos conjuntos de México, Estados Unidos y Canadá para combatir el tráfico de drogas sintéticas ilícitas, particularmente el fentanilo, y armas de fuego ilegales en América del Norte.
