Sonora, México.- De acuerdo con la denuncia de la organización 1800 Migrante, por medio de un comunicado, el pasado jueves 15 de febrero, más de 50 migrantes de diversas nacionalidades fueron masacrados en la región de Sáric. La falta de información oficial y el testimonio de un sobreviviente, “Carlos”, un peruano que prefiere proteger su identidad por seguridad, arrojan luz sobre el ataque.
Según Carlos, quien presenció el horror, los migrantes viajaban en tres vehículos cuando fueron interceptados por hombres vestidos con uniformes militares azules. El grupo de víctimas estaba conformado por mujeres, niños y hombres, estos últimos representaban la mayoría. El relato detalla que un automóvil impactó por detrás uno de los vehículos, provocando que cayera por un barranco.
Luego, hombres armados comenzaron a disparar indiscriminadamente, forzando a los migrantes a huir. Dos camionetas se sumaron al ataque, evidenciando una violenta disputa entre bandas. Además, se utilizaron armas de guerra, incluyendo lanzagranadas o lanzamisiles.
Carlos logró escapar junto con otros cinco ecuatorianos y, días después, cruzó a Estados Unidos, desde donde contactó a la organización 1800 Migrante en busca de ayuda para localizar a su hermana, quien estaba en uno de los vehículos atacados y cuyo paradero es desconocido desde el incidente. Entre las víctimas, se reporta la muerte de un niño ecuatoriano de 4 años y varios heridos de bala.
La organización 1800 Migrante denunció la falta de información por parte de las autoridades mexicanas y acusó al gobierno de complicidad con los criminales que controlan la zona fronteriza. William Murillo, vocero de la organización, exigió total transparencia para conocer los hechos, los nombres de las víctimas y los heridos, y responsabilizó al gobierno federal y estatal por el fracaso en brindar seguridad a los ciudadanos que transitan por la región.
El comunicado también destaca la magnitud de la masacre y la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos. 1800 Migrante, una organización no gubernamental que trabaja en asesoría legal para migrantes en Estados Unidos y Latinoamérica, ha sido una voz constante en la denuncia de abusos y violaciones de derechos humanos contra migrantes en tránsito por diferentes países.
La indignación crece ante esta nueva tragedia, que subraya la vulnerabilidad de los migrantes y la urgente necesidad de abordar la seguridad en las rutas migratorias. La comunidad internacional observa con atención mientras se espera que las autoridades mexicanas respondan y se lleve a cabo una investigación transparente que arroje luz sobre los responsables y las circunstancias que rodearon este brutal ataque en el desierto de Sonora.
