Internacional.- Esta nueva modalidad en el deporte llegó en primeras instancias con la NBA, quienes introdujeron el sistema de play-in en la temporada 2020-21 y posteriormente la Liga MX lo implementó a su formato de competencia para el Apertura 2023, pero ¿realmente genera un beneficio este nuevo sistema?
Primero habrá que entender cómo funciona el Play-in, el cual tiene la misma finalidad en la NBA y en la Liga MX, definir a los últimos dos lugares que disputarán la postemporada o la liguilla, como se le conoce comúnmente en México.
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Este sistema es un repechaje entre los clubes que terminaron a lo largo de la temporada regular en los lugares del séptimo al décimo, donde el puesto siete y ocho se medirán para definir quién se quedará con el lugar siete y el perdedor se enfrentará al ganador de los lugares nueve y 10 para ver quién permanecerá en el puesto número ocho, el último lugar que te permite clasificar a la postemporada.
Cabe recordar que los encuentros en esta nueva modalidad son a un solo partido y no una serie del mejor de siete, como en la NBA, o un duelo de ida y vuelta, como en el fútbol mexicano.
Conociendo lo anterior, hay que entender el formato de competencia de cada liga; por parte de la NBA, en la temporada regular cada equipo juega un total de 82 juegos y al final, en cada conferencia clasifican los ocho primeros (sistema que se usaba antes del play-in), mientras que la Liga MX, antes de la llegada de este formato tenía un repechaje entre el quinto hasta el doceavo lugar, situación que muchos analistas deportivos veían como un aliento a la mediocridad por permitir la posible clasificación de muchos equipos.
Ahora entendiendo ambos puntos, el funcionamiento del sistema implementado (play-in) desde hace algunas temporadas y de cómo funcionaba antes el formato de clasificación de cada competencia, toca preguntarse si esta nueva idea ¿realmente trae una mejora en el deporte?, en este caso en la NBA y la Liga MX.
Para responder lo anterior, tenemos que saber si la mejora es para el aspecto deportivo o económico, en el primero de ellos hay un factor de mayor emoción para los fanáticos de los equipos y para los simples amantes del deporte, ya que es diferente presenciar un juego de temporada regular a uno de vida o muerte, en el que si pierdes ya no hay un mañana y toca pensar hasta la siguiente temporada, en este punto la respuesta es un beneficio.
En cuanto a lo económico, también hay un aspecto positivo para los dueños de las ligas y de las franquicias, quienes al tener unos juegos extras en la temporada, permite la entrada de más fanáticos a los estadios o más dinero a los bolsillos de los dueños y de los trabajadores.
Con lo antes mencionado, pareciera que es un ganar ganar para ambos lados, pero esto también genera para algunos aficionados una insatisfacción, ya que se supone los equipos se esfuerzan a lo largo de una temporada para llegar a las posiciones que les permitan acceder a la postemporada y si uno de ellos llegó a uno de los puestos que antes les daban un pase directo a la siguiente fase, ahora tienen que pelear por ese lugar, poniendo en riesgo a sus jugadores de una lesión, que en caso de avanzar a la siguiente fase, no contarán con dicho integrante del equipo.
Otro aspecto que también influye en el espectáculo del play-in son las condiciones en las que llegan los clubes a esta instancia, ya que se puede dar el caso de que el lugar ocho y nueve estén empatados en varios aspectos y este sistema puede definir cuál de los dos equipos es realmente el mejor.
Finalmente, este aspecto puede ser tanto un beneficio como un perjuicio, dependiendo a quién se le pregunte, ya que si es a los fanáticos de un equipo que está en el puesto siete, este nuevo torneo parecerá injusto, pero si es a un aficionado de un conjunto que terminó en el lugar 10, puede representar una ilusión de ver a su equipo en la siguiente fase del torneo.
