Washington, Estados Unidos.- El próximo jueves 27 de junio, los candidatos presidenciales Joe Biden y Donald Trump se enfrentarán en el primer debate de cara a las elecciones del 5 de noviembre. Este evento, que se llevará a cabo en Atlanta, Georgia, marca una inusual confrontación temprana entre los aspirantes antes de ser oficialmente nominados por sus respectivos partidos.
La duración del debate será de 90 minutos, con dos pausas comerciales, y será transmitido en vivo por CNN a las 21:00 horas (19:00 horas en la Ciudad de México).
Este debate se desarrollará bajo reglas estrictas para evitar el caos observado en encuentros anteriores. Se han implementado medidas como el silenciado de micrófonos cuando no sea el turno del candidato de hablar, y la prohibición de notas escritas o accesorios en el escenario, aunque se permitirá que los candidatos tengan un bolígrafo y una libreta para anotaciones, además de una botella de agua para hidratarse. Biden ocupará el podio del lado derecho de las pantallas de televisión, mientras que Trump estará a la izquierda. Trump será el último en tomar la palabra durante el evento.
A diferencia de debates anteriores, no habrá público presente en el lugar para evitar interrupciones y distracciones por aplausos o abucheos. El debate comenzará con una pregunta inicial a la que cada candidato podrá responder durante dos minutos, seguidos de réplicas de un minuto. Señales visuales, como luces rojas parpadeantes, alertarán a los debatientes sobre el tiempo restante.
El debate se realiza en un contexto electoral muy reñido según las encuestas, con ambos candidatos enfrentando desafíos significativos. Joe Biden, de 81 años, buscará demostrar su capacidad para liderar, enfrentando críticas sobre su edad y vitalidad. Por otro lado, Donald Trump intentará suavizar su imagen de líder temperamental y controvertido, después de una presidencia marcada por divisiones y enfrentamientos políticos.
Ambos candidatos se han preparado intensamente para este debate. Biden ha optado por la residencia rural de Camp David para concentrarse y practicar, mientras que Trump ha estado reuniéndose con senadores y posibles candidatos a la vicepresidencia en su equipo.
Las principales preocupaciones de los votantes que probablemente serán abordadas en el debate incluyen la inflación, la seguridad en la frontera con México y la gestión de la migración. Otros temas críticos que podrían surgir son el estado de la democracia, el aborto, y los conflictos internacionales, como las guerras en Ucrania e Israel.
Este encuentro será histórico por varias razones. Es la primera vez que un presidente en ejercicio y un expresidente se enfrentan en un debate antes de las convenciones nacionales de sus partidos. También, marca un hito en la tradición de los debates presidenciales televisados, que han sido una constante en la política estadounidense desde 1976.
