Estados Unidos.- El primer debate presidencial de 2024 entre el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump, fue un evento marcado por la tensión, los ataques personales y las profundas diferencias en sus agendas políticas.
Celebrado en un ambiente cargado de hostilidad, los candidatos dejaron clara su enemistad desde el principio al evitar el tradicional apretón de manos y limitarse a un intercambio de miradas despectivas.
El debate comenzó con una pregunta sobre la economía, donde Biden defendió su programa de gobierno y Trump criticó la gestión demócrata, acusándola de no controlar la inflación. Este fue solo el inicio de una serie de intercambios en los que cada candidato intentó convencer a su base electoral mientras atacaba las debilidades del oponente. En cuanto al tema del aborto, ambos candidatos se dirigieron a sus electores, con Trump mostrando una postura más indulgente respecto a los derechos limitados por ciertos miembros de la Corte Suprema que él mismo designó.
La migración fue uno de los temas más candentes del debate. Biden y Trump se enfrentaron sobre la situación en la frontera sur, con Trump afirmando que las políticas de Biden habían resultado en un aumento de crímenes cometidos por inmigrantes ilegales, declaración que Biden refutó al destacar una reducción del 40% en la migración gracias a sus últimas medidas. Esta confrontación reflejó las posiciones opuestas de ambos candidatos y su intento por atraer al voto independiente.
La política exterior también ocupó un lugar prominente en el debate. Trump criticó la gestión de Biden en la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza, sugiriendo que Estados Unidos ha perdido influencia global bajo su liderazgo. Biden, por su parte, defendió su enfoque hacia Israel y la importancia de detener la agresión rusa en Ucrania para evitar una guerra mayor.
Uno de los momentos más intensos del debate se produjo cuando Biden acusó a Trump de insultar a los veteranos estadounidenses y de tener una relación con la actriz porno Stormy Daniels, una afirmación que Trump negó vehementemente.
La frase “No tuve sexo con una estrella porno” de Trump, aunque fue una negación, trajo a la mente del público su promiscuidad, algo que Biden utilizó para resaltar la falta de moralidad de su oponente.
Biden tuvo que enfrentar no solo a Trump, sino también las percepciones sobre su capacidad física y mental para un segundo mandato. Aunque se mostró preparado y recurrió a datos para respaldar sus argumentos, tuvo momentos de vacilación que Trump aprovechó para cuestionar su aptitud. En cambio, Trump confió en su capacidad de improvisación y ataques directos, buscando resaltar su vitalidad en contraste con la edad de Biden.
