Estados Unidos.- La NASA ha otorgado a SpaceX un contrato de 843 millones de dólares (aproximadamente 787 millones de euros) para desarrollar un vehículo espacial que se encargue de desorbitar y destruir de manera segura la Estación Espacial Internacional (EEI) cuando su vida operativa llegue a su fin. Este proyecto es fundamental para garantizar que la EEI no represente un riesgo para zonas habitadas durante su reentrada a la atmósfera terrestre.
SpaceX, la compañía aeroespacial liderada por Elon Musk, ha sido seleccionada por la NASA para llevar a cabo esta compleja y crítica tarea. El desarrollo y la entrega del vehículo de desorbitación están bajo la responsabilidad de SpaceX, mientras que la NASA se encargará de operar el vehículo y gestionar las misiones de destrucción segura de la EEI.
Esta colaboración entre la NASA y SpaceX es un reflejo del éxito y la confianza depositada en la compañía privada, que en poco tiempo se ha convertido en un socio esencial para la NASA, enviando personal y material a la EEI con su cápsula Dragon y siendo uno de los operadores más eficientes de misiones en la atmósfera cercana a la Tierra.
Las agencias espaciales de Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá han comprometido su apoyo financiero para las operaciones de la EEI hasta 2030, mientras que Rusia ha confirmado su participación hasta 2028. Esta cooperación internacional subraya la importancia de la EEI como un símbolo de colaboración global en la exploración espacial y la ciencia.
Ken Bowersox, administrador adjunto de Operaciones Espaciales y Misiones de la NASA, destacó la relevancia de esta decisión en apoyo a los planes futuros de la NASA para destinos comerciales y la continuidad del uso del espacio cercano a la Tierra. La EEI ha sido un laboratorio orbital invaluable desde su puesta en funcionamiento en 1998, proporcionando un entorno único para una amplia gama de experimentos científicos y misiones internacionales. Astronautas y cosmonautas de todo el mundo han trabajado juntos en la EEI, fortaleciendo los lazos internacionales y avanzando en el conocimiento científico y tecnológico.
Con la eventual destrucción de la EEI, la estación espacial china Tiangong se convertirá en la única instalación de este tipo en la órbita terrestre con tripulación permanente. La Tiangong, aunque más reciente, se beneficiará de las lecciones aprendidas y los avances logrados durante las décadas de operación de la EEI.
