Las autoridades de Corea del Sur realizaron un segundo intento de arresto contra el presidente Yoon Suk Yeol, luego de que se emitiera una orden judicial para interrogarlo sobre su declaración de ley marcial en diciembre pasado.
Más de 1,000 miembros de un equipo conjunto de investigación, compuesto por diversas agencias, llegaron a la residencia presidencial en la madrugada para ejecutar la orden, a pesar de las barricadas de seguridad implementadas por su personal de protección.
El primer intento, el 3 de enero, había fracasado debido a la resistencia del Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que bloqueó el acceso con una fuerza superior, lo que obligó a los investigadores a retirarse.
Los abogados de Yoon han argumentado que la orden judicial es inválida, ya que viola la ley surcoreana que protege los lugares con asuntos secretos militares de registros sin el permiso adecuado.
Además, acusan a las autoridades de llevar a cabo una investigación inconstitucional y de difundir información falsa.
El enfrentamiento entre el presidente y las autoridades judiciales sigue escalando, con la orden de arresto, que involucra acusaciones de abuso de poder e insurrección, con fecha de vencimiento el 21 de enero, lo que aumenta la presión sobre el desenlace de este conflicto político.