En las primeras dos semanas del gobierno de Donald Trump, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha informado que se han realizado 8,768 detenciones de inmigrantes y 5,693 deportaciones. Estas acciones fueron destacadas en un comunicado publicado en X, donde el DHS afirmó que el presidente Trump ha cumplido su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas de criminales violentos dentro de las fronteras de Estados Unidos.
Las cifras proporcionadas también indican que los inmigrantes detenidos se enfrentan a una serie de cargos penales graves, incluidos delitos de drogas, tráfico de estupefacientes, falsificación, homicidio y trata de personas.
De los 8,768 detenidos, el DHS subraya que muchos de ellos han sido acusados de violar las leyes de inmigración, lo que refuerza el enfoque del gobierno de priorizar la expulsión de aquellos con antecedentes penales o que representan una amenaza para la seguridad pública.
En términos de cifras a largo plazo, el DHS también reportó que, en el último año fiscal, las Operaciones de Ejecución y Expulsión del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) llevaron a cabo 113,431 detenciones administrativas, lo que equivale a aproximadamente 310 arrestos por día a nivel nacional.
Bajo la nueva administración de Trump, el ritmo de detenciones ha aumentado ligeramente, alcanzando un promedio de 626 arrestos diarios en las últimas dos semanas, comparado con casi 800 arrestos diarios registrados a fines de enero de 2025.
Aparte de las detenciones, también se ha informado sobre varios incidentes en los que individuos se hicieron pasar por agentes de ICE, en un contexto en el que las autoridades federales están intensificando la aplicación de la ley de inmigración.
En Carolina del Sur, por ejemplo, Sean-Michael Johnson, de 33 años, fue arrestado por secuestro y por suplantar la identidad de un agente de ICE. Johnson supuestamente detuvo un vehículo con hombres latinos en la carretera, presentándose como un oficial de inmigración, lo que fue grabado por una de las víctimas. Este incidente, ocurrido en Sullivan’s Island, cerca de Charleston, el 29 de enero, resalta el desafío que enfrentan las autoridades al hacer cumplir las políticas de inmigración bajo la administración de Trump.
