El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este jueves un plan para aumentar los aranceles e igualarlos con los impuestos que otros países aplican a las importaciones, lo que podría generar un enfrentamiento económico en su esfuerzo por corregir los desbalances comerciales.
En una declaración desde la Oficina Oval, Trump afirmó: “He decidido, por el principio de equidad, que voy a cobrar un arancel recíproco. Es justo para todos. Ningún otro país se puede quejar”. Según su administración, esta medida nivelaría la competencia entre los fabricantes estadounidenses y los extranjeros. Sin embargo, los nuevos aranceles probablemente encarecerán productos para los consumidores y empresas de EE. UU., lo que podría elevar la inflación y frenar el crecimiento económico, convirtiéndose en un arriesgado desafío para Trump.
Los aranceles se personalizarían para cada país, lo que podría llevar a nuevas negociaciones comerciales. Sin embargo, otros países también podrían responder con aumentos de impuestos a productos estadounidenses, lo que incrementaría la incertidumbre económica. Trump planea incluir factores como los impuestos al valor agregado (IVA) de la UE, subsidios, regulaciones y la posible devaluación de monedas para calcular los nuevos aranceles.
Además, los ingresos generados por los aranceles se utilizarían para reducir el déficit presupuestario proyectado de 1.9 billones de dólares. Las revisiones a los aranceles podrían completarse en semanas o meses.
Este plan incluye importantes aumentos en los aranceles, en comparación con los más modestos impuestos durante su primer mandato. En 2024, el comercio de bienes entre EE. UU. y Europa alcanzó casi 1.3 billones de dólares, con un déficit de 267,000 millones de dólares a favor de Europa. Trump ha antagonizado recientemente a varios socios comerciales, imponiendo amenazas de nuevos aranceles y sugiriendo que podría desencadenar una guerra comercial.
Entre las medidas recientes, Trump ha impuesto un 10% adicional a las importaciones chinas relacionadas con el fentanilo, ha preparado nuevos aranceles contra Canadá y México, y ha eliminado exenciones de tarifas sobre acero y aluminio. Además, ha sugerido más aranceles a los chips de computadora y productos farmacéuticos.
Países como la UE, Canadá y México ya tienen planes de represalia listos, y China ha respondido con aranceles a la energía, maquinaria agrícola y automóviles de EE. UU., así como una investigación antimonopolio sobre Google. La Casa Blanca argumenta que la igualdad en los impuestos de importación fortalecerá el comercio y aumentará los ingresos del gobierno.
