El mundo del rock está de luto. Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y fundador de la legendaria banda Black Sabbath, falleció a los 76 años, según confirmó su familia.
Conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, Osbourne marcó una era con su voz inconfundible, su actitud desafiante y una carrera musical que lo convirtió en leyenda. Sobreviviente de excesos, escándalos y enfermedades, Ozzy fue un símbolo de resistencia y reinvención, a pesar de los severos problemas de salud que lo aquejaron en sus últimos años.
Originario de Birmingham, Inglaterra, tuvo una infancia difícil, marcada por el acoso escolar y la pobreza. Dejó la escuela a los 15 años y encontró su lugar en la música. Su carrera despegó con Black Sabbath, donde forjó un sonido que definiría el metal para siempre. Más tarde, brilló también como solista, acumulando éxitos y seguidores por todo el mundo.
A pesar de los años y los golpes de la vida, Ozzy Osbourne se mantuvo como una figura querida, temida y respetada. Hoy el metal pierde a uno de sus más grandes íconos. Su legado seguirá rugiendo en cada guitarra distorsionada y en cada fan que grite su nombre.