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Baja California

Los reciclados del PAN: Juan Marcos y Cardona buscan cobijo como consejeros nacionales

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Foto: Opinia

Por Redacción
Tijuana, Baja California.

El Partido Acción Nacional atraviesa una crisis de identidad que raya en lo absurdo.

Hoy, dos personajes del pasado, conocidos más por sus escándalos que por sus aportaciones levantan la mano para ser consejeros nacionales por Baja California, este 28 de septiembre de 2025: Juan Marcos Gutiérrez, el “amante de lo ajeno”, y Cuauhtémoc Cardona Benavides, un “grosero y borracho”.

Juan Marcos Gutiérrez pretende hoy presentarse como el gran reformador del PAN, aspirando a convertirse en consejero nacional, acompañado del otro impresentable de siempre. Habla con solemnidad de devolverle al partido su carácter de “verdadera oposición”, pero su propio pasado lo contradice sin piedad. ¿Quién puede olvidar aquel episodio del “asalto a mano armada” en la Ciudad de México? ¿O sus múltiples señalamientos por arreglos en lo oscurito, pactos ilegales y repartos de prebendas? Lo curioso es que denuncia las prácticas de las que él mismo formó parte, aquellas que vaciaron al blanquiazul de toda credibilidad. Exiliado políticamente en su momento —porque así convenía a los intereses del poder—, hoy regresa a escena con un discurso que se desploma bajo el peso de su propio historial. Un político que se autodenuncia no demuestra honestidad, sino que confirma, sin querer, la podredumbre de la casa que dice querer limpiar.

Por su parte, Cuauhtémoc Cardona arrastra un señalamiento que lo persigue como sombra desde hace más de una década. En 2011, durante una cena oficial, el entonces jefe de la II Región Militar, Alfonso Duarte Múgica, lo expuso sin miramientos frente al gobernador Osuna Millán: “grosero, borracho e irrespetuoso”, sentenció el general. Ese episodio lo marcó, y aunque muchos creyeron que sería su fin político, Cardona se las ingenió para seguir vigente, reapareciendo hoy de la mano de los mismos de siempre. Porque si algo define su trayectoria es la sobrevivencia al amparo del presupuesto: del 2000 al 2016 vivió pegado a la “ubre” gubernamental, ordeñando cargos como funcionario, diputado local y hasta diputado federal plurinominal. Lo suyo no es vocación política, sino resistencia parasitaria. Cardona no es una figura, es una aberración política reciclada, un recordatorio de cómo el PAN se convirtió en guarida de personajes a los que ni el escándalo público pudo jubilar.

Ambos pretenden ser la “renovación” del PAN en Baja California. La paradoja es evidente: ¿cómo hablar de cambio con los mismos reciclados que hundieron al partido en los acuerdos ilegales, la arrogancia y el desprestigio?

El blanquiazul necesita y requiere voces frescas, pero lo que ofrece son los mismos rostros de siempre, empaquetados en discursos repetidos. La verdadera pregunta no es si Juan Marcos y Cardona lograrán ser consejeros, sino si con perfiles como ellos el PAN realmente puede aspirar a ser oposición seria y todo indica que no.

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