México .- La Junta de Coordinación Política del Senado presentó al Pleno la lista de los diez aspirantes finalistas para encabezar la Fiscalía General de la República (FGR), misma que será remitida a la presidenta Claudia Sheinbaum para continuar con el procedimiento constitucional. El anuncio ocurre a solo días de la aceptación exprés de la renuncia de Alejandro Gertz Manero, cuya salida generó críticas por su carácter político.
Los finalistas propuestos por la Jucopo son: Luz María Zarza Delgado, Maribel Bojorges Beltrán, Sandra Luz González Mogollón, Ernestina Godoy Ramos, Mirna Lucía Grande Hernández, Luis Manuel Pérez de Acha, Alfredo Barrera Flores, Hamlet García Almaguer, David Borja Padilla y Miguel Nava Alvarado. La lista inicial había recibido 43 postulaciones en un proceso abierto durante el fin de semana.
Entre los perfiles destacan figuras con cercanía política al oficialismo, como Ernestina Godoy —actual encargada de despacho de la FGR— y Hamlet García Almaguer, exdiputado de Morena y simpatizante de la organización religiosa La Luz del Mundo. La presencia de perfiles partidizados alimentó cuestionamientos sobre la independencia del organismo encargado de la procuración de justicia.
El procedimiento establece que, una vez recibida la lista, la presidenta Sheinbaum tendrá diez días para enviar una terna al Senado. Las personas propuestas deberán comparecer ante el Pleno, que posteriormente votará la designación con mayoría calificada. El proceso culminará cuando la persona electa rinda protesta ante la Cámara Alta.
La sucesión en la Fiscalía ocurre tras la renuncia de Gertz Manero, aceptada con 74 votos a favor y 22 en contra el pasado 27 de noviembre. La oposición —principalmente PAN, PRI y Movimiento Ciudadano— acusó que el exfiscal busca transitar a un cargo diplomático sin cumplir la exigencia constitucional de presentar una “causa grave”. A pesar de que la ley marca el puesto como irrenunciable, el oficialismo justificó la salida argumentando que “no hay causa más grave que no querer seguir”.
La rapidez con la que el Senado procesó la renuncia levantó dudas sobre acuerdos políticos previos y sobre la independencia real del nuevo proceso de selección. Aunque la Mesa Directiva dispuso la convocatoria como asunto de urgente resolución, la discusión dejó en evidencia fracturas y la persistente disputa por el control de la FGR.
