Ciudad de México.- Con el triunfo de Morena en el Estado de México y la cena de celebración con las corcholatas, el Secretario de Relaciones Exteriores dio el primer paso, así Marcelo Ebrard inaugura la estampida por la candidatura de Morena, renunciando a su puesto actual, pese a no estar 100% conforme con la situación que actualmente se vive dentro de su partido para la contienda interna.
Ebrard presentó su renuncia con fecha 12 de junio del presente año, siendo así la primera corcholata que oficialmente contendrá por la silla que ocupa AMLO, consolidando de esta manera sus intenciones y contando con el apoyo abiertamente de Pio López Obrador.
Con la estrategia sobre la mesa, las acciones de Ebrard no divisan el retrovisor, obligando además tanto a Sheinbaum como a Adán Augusto a formalizar sus intenciones electorales, y anticipa su campaña con varias semanas. Al estar fuera de la secretaría afianza que no será necesario utilizar el aparato gubernamental a su favor para obtener una ventaja, desacreditando a sus contrincantes que han utilizado su plataforma con fines promocionales.
Con los agradecimientos al presidente en su atención a medios señaló: “su respaldo, su confianza, su generosidad, su orientación y su cercanía todos estos años y así seguiremos los años por venir”, con estos actos el canciller disipa por un momento los rumores acerca de su salida de Morena y el coqueteo con Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, mientras el canciller sostiene su palabra, las encuestas de diversos medios colocan a sus contrapartes en los primeros lugares, El financiero nombra a Sheinbaum con un 11% por encima de Ebrard, MetricsMX con 12 puntos y Reforma la posiciona con una preferencia del 5% ante el Secretario de Relaciones Exteriores.
A pesar de que López Obrador aseguró que no habrá dedazo en el proceso interno y el proceso de selección será mediante una de sus ya conocidas encuestas, el excanciller pide que las preguntas no sean con tendencia o favoritismo, y exige piso parejo, ya que de no ser así podría tener una tendencia estratégica el resultado un candidato por disposición oficial.
Si bien Ebrard ha establecido su camino político de la mano del presidente, Andrés Manuel López Obrador, algunas fuentes aseguran que el Secretario de Relaciones Exteriores y exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, cuenta con los recursos suficientes para llevar a cabo una campaña sosteniéndose por si sola, sin necesidad de continuar bajo el ala paternalista del presidente y que muchos de los opositores de la 4T desearían.
Mientras tanto Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano, se dice le ha abierto la puerta para ser candidato presidencial, recordando la estrecha relación que tenían ambos a mediados del 2010; además dicho partido le cerró la puerta a Va por México, y competirá sin alianzas el próximo año, pues asegura no necesitar sumarse a ningún Titanic para los comicios.
Actualmente Movimiento Ciudadano tiene a su cargo dos de los gobiernos más importantes del país, siendo la segunda fuerza, con 14.1 millones de personas gobernadas bajo el partido. Con las intenciones claras de pelear por la candidatura, ¿hasta dónde estará dispuesto Ebrard con tal de poder competir por la silla presidencial?
