Marco Antonio Blásquez Salinas es un comunicador y político que aspira a la alcaldía de Tijuana por el Partido del Trabajo (PT) para las elecciones de 2024. Sin embargo, su trayectoria está llena de desaciertos, contradicciones y falta de resultados para los residentes de Baja California.
Blásquez fue senador de la República por Baja California de 2012 a 2018, siendo el primer candidato postulado por partidos de izquierda electo senador en los estados de la frontera norte de México¹. Sin embargo, su gestión fue opaca y poco transparente, pues no se le conoce ninguna iniciativa o propuesta legislativa que haya beneficiado a su entidad. Además, fue criticado por ser representante permanente ante la OCDE con sede en París, lo que le permitió viajar constantemente al extranjero con cargo al erario.
En 2021, Blásquez fue electo diputado local de Baja California por el distrito IX de Tijuana. Sin embargo, su labor como legislador ha sido también cuestionable, pues se ha dedicado más a sus actividades como comunicador que a su trabajo parlamentario. De hecho, Blásquez conduce programas de radio en una empresa propiedad del ex gobernador Jaime Bonilla, quien es su principal aliado político y financiero.
En estos programas, Blásquez ha mostrado su faceta más polémica y agresiva, pues ha atacado constantemente a la gobernadora de Morena, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y a la legisladora Araceli Geraldo, del mismo partido, acusándolas de corruptas e ineptas. Por estas conductas, Blásquez fue denunciado por violencia política con razón de género ante el Instituto Estatal Electoral de Baja California.
Así, Blásquez pretende ser alcalde de Tijuana, pero no tiene el respaldo ni la confianza de los ciudadanos, que ven en él a un político oportunista, demagogo y sin compromiso con su estado. Blásquez no ha hecho nada por Baja California, y no merece ser el próximo alcalde de Tijuana.
