Internacional.- Según la información proporcionada por el periódico oficialista Global Times, un grupo de científicos chinos ha alcanzado un hito significativo en el campo de la clonación animal. Utilizando exclusivamente equipos, reactivos y consumibles de origen chino, lograron la primera clonación exitosa de un gato.
El pasado domingo 19 de noviembre el felino nació por parto natural en la ciudad de Qingdao, en la región este de China. Este logro fue el resultado de 69 días de gestación subrogada, y el gato clonado pesó 141 gramos al nacer.
El evento tuvo lugar en una base de clonación de células somáticas de mamíferos, que fue establecida mediante una colaboración entre la Universidad Agrícola de Qingdao y una empresa privada. Zhao Minghui, profesor asociado de la universidad y participante activo en el proyecto, expresó a Global Times que este éxito evidencia que China cuenta con una cadena industrial completa en el ámbito de la clonación animal.
Además, destacó la importancia de este logro, señalando que la clonación exitosa de gatos representa un avance significativo en la clonación de células somáticas, subrayando la necesidad de equipos más avanzados, reactivos y consumibles, así como la delicadeza del proceso.
La investigación de Zhao en tecnología de clonación comenzó en 2020, cuando identificó una “frecuente inestabilidad” en el rendimiento de medicamentos importados en la clonación de células porcinas, lo que generó “múltiples problemas experimentales”.
La empresa Sinogene Biotechnology, que también formó parte de este proyecto, ya ha tenido éxito en la clonación de perros para numerosos clientes, incluyendo a propietarios que no pueden superar la pérdida de sus mascotas.
En cuanto a los costos, se informa que el precio de mercado de un gato clonado es de alrededor de 250 mil yuanes (aproximadamente 602 mil 623 pesos mexicanos), mientras que el de un perro es de aproximadamente 380 mil yuanes (915 mil 987 pesos mexicanos), según informes locales.
El texto también hace referencia al escándalo de 2019 protagonizado por el científico chino He Jiankui, quien afirmó haber creado los primeros bebés humanos manipulados genéticamente para resistir al VIH. Este incidente generó una fuerte controversia y llevó a las autoridades chinas a revisar sus normativas en relación con la modificación genética en seres humanos.
