Tijuana, Baja California.- El incremento en el precio de la tortilla en México, un producto esencial en la canasta básica de los mexicanos, ha generado una gran preocupación, especialmente entre aquellos que trabajan por el salario mínimo. Actualmente, un kilogramo de tortillas cuesta 27 pesos, un precio que ha experimentado un aumento significativo en los últimos años.
En 2005, el costo de un kilogramo de tortillas era de seis pesos con 50 centavos. Para 2007, este precio se duplicó, oscilando entre 10 y 12 pesos dependiendo de la zona. En 2010, el costo llegó a los 13 pesos con 80 centavos, y para 2015, este precio aumentó a 15 pesos. Según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), en enero de 2022, un kilogramo de tortillas tenía un costo promedio a nivel nacional de 18.72 pesos mexicanos. Para agosto de 2022, este precio había aumentado a 20.99 pesos.
Este incremento constante en el precio de la tortilla afecta de manera desproporcionada a los trabajadores con salarios mínimos. A partir de enero de 2023, el salario mínimo en México se estableció en 312.41 pesos en la frontera norte y en 207.44 pesos diarios en el resto del país, lo que significa que un trabajador que gana el salario mínimo en la zona fuera de la frontera norte tendría que trabajar más de una hora para poder comprar un kilogramo de tortillas.
La tortilla es un alimento básico en la dieta de los mexicanos, y su precio en constante aumento pone en riesgo la seguridad alimentaria de muchas familias, especialmente las de bajos ingresos. Es esencial que se tomen medidas para controlar este incremento y garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a este alimento básico.
En cuanto al subsidio del gobierno al precio de la tortilla, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado que su gobierno está analizando la probabilidad de dar un subsidio al precio del kilo de tortilla o integrar este producto a la canasta básica para evitar que aumente. Sin embargo, también ha mencionado que se debe ser cuidadoso para subsidiar este producto pues no quiere que el apoyo que brinde su gobierno termine en manos de intermediarios. A pesar de estas declaraciones, hasta la fecha no se ha implementado un subsidio oficial para la tortilla.
Esta situación es inaceptable. El gobierno debe tomar medidas inmediatas para controlar el precio de la tortilla y garantizar que este alimento básico sea accesible para todos los mexicanos, especialmente para aquellos que trabajan por el salario mínimo. La tortilla no es un lujo, es un derecho.
