El alto costo de las alianzas políticas

En la arena política mexicana, las coaliciones son como pactos oscuros que, si bien aseguran victorias, también implican sacrificios notables. Morena, ansioso por mantener su reinado, ha tenido alianzas en el pasado con partidos como el PT y el PVEM, en Tijuana no es la excepción. Esta táctica les garantiza el poder, pero a un alto precio: Renunciar a posiciones estratégicas en el proceso.

Las coaliciones, esa danza peligrosa, amplían la base de votantes y dejan a los contrincantes en la lona, pero al mismo tiempo diluyen la esencia de los partidos. En Tijuana, el Partido Acción Nacional ha sido objeto de críticas por abrazarse del PRI y al PRD, antiguos rivales convertidos en compañeros de cama en la política.

Los partidos secundarios (la chiquillada como se le conoce), con su base limitada, son los mercenarios de estas alianzas, exigiendo concesiones exorbitantes por su respaldo. Este juego costoso obliga a los principales a cederles territorio. La pregunta persiste: ¿Vale la pena ceder tanto poder a estos actores marginales?

En nuestro complicado tablero político, para Tijuana, el precio de estos pactos resulta particularmente alto, cobrándose facturas tanto a Morena como al PAN, como evidencian los resultados electorales del 2021. Morena ganó, pero a costa de entregar dos puestos clave al Verde y al Partido del Trabajo, por una participación del 1.67% y 1.69% respectivamente. El juego político, sin duda, es una partida donde todos pierden algo.

¿Qué intrigas nos depara en las elecciones del 2024 aquí en Tijuana? MORENA podría soltar nuevamente terreno, el PT ya tiene su as bajo la manga y todo indica que van solitos a la guerra, mientras que el Verde aún guarda sus cartas herméticamente aunque si el río suena es porque agua lleva y se rumorea que al final se unirá con el PES. El PAN repartirá sus espacios como si fueran caramelos, por un 1.79% y un 5.15%, cortesía del PRD y PRI, respectivamente. ¡El juego político nunca decepciona! Así que hagan sus apuestas.