Tijuana, Baja California.- En un acto que ha dejado a muchos con el ceño fruncido, cerca de 200 panistas activos en las filas del Partido Acción Nacional (PAN) han manifestado su apoyo a Alberto Capella, postulándolo como el candidato ideal para encabezar la alcaldía de Tijuana en las próximas elecciones del 2024. Sin embargo, en lugar de una sinfonía armoniosa, lo que se escucha es un desafinado coro de descontento.
¿Qué ha salido mal? Parece que la creatividad y el sentido común se han extraviado en el camino. Los autores de este documento dirigido al titular del PAN en el estado han demostrado ser más insensibles que un piano desafinado. ¿Por qué? Permítanme afinar los detalles:
1. Firmas fantasma: Al final del manifiesto, encontramos una lista de firmantes. Pero, oh sorpresa, entre los nombres se cuelan ex panistas que hace tiempo abandonaron la casa azul. ¿Acaso creen que nadie notaría la disonancia?
2. Nombres en clave: En lugar de teclear los nombres con esmero, los responsables han hecho un “copy-paste” del padrón general de miembros activos. Resultado: nombres con caracteres extraños como “¥” en lugar de la querida “ñ”. ¿Es esto un manifiesto político o un código encriptado?
3. El Misterio de los Apellidos Solitarios: Algunos militantes han sido reducidos a un solo apellido, como si fueran personajes de novela negra. “XX” en lugar de un nombre completo. ¿Acaso estamos en una trama detectivesca? ¿O es simplemente falta de diligencia?
4. Nombres en el más allá: Y como si la partitura no fuera lo suficientemente discordante, también han incluido nombres de personas fallecidas. ¿Estamos ante un acto de espiritismo político? ¿O simplemente alguien olvidó verificar el estado vital de los firmantes?
En resumen, este desafinado coro de panistas ha tocado una melodía discordante. Esperemos que la próxima vez, afinen sus instrumentos y se tomen la molestia de escribir los nombres de todos aquellos que, según ellos, están respaldando. Porque, como dice el viejo refrán, “quien juega con las intenciones de los demás, termina tocando una nota falsa”.
