Internacional.- En respuesta al suceso en donde la puerta de emergencia de un avión se desprendió en el aire, el CEO de Boeing, David Calhoun, reconoció el “error” de la compañía durante una “reunión de seguridad” con todo el personal el martes.
Calhoun afirmó que abordarán el problema con total transparencia y trabajarán con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) para determinar la causa del incidente.
Según fuentes internas de la compañía, se cree que el error ocurrió en la cadena de suministro de fabricación del avión. Aunque Calhoun no identificó un error específico durante la reunión, se espera que la colaboración con la NTSB arroje luz sobre las circunstancias precisas.
La reunión también destacó la gravedad de la situación, con la reasignación de responsabilidades al director de seguridad aeroespacial de Boeing, Mike Delaney, sobre la flota 737 Max. Se expresó confianza en Boeing, el avión y sus empleados.
El viernes, la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó que la mayoría de los aviones Boeing 737 Max 9 quedaran temporalmente en tierra mientras se investiga la causa del incidente. Esta orden afecta a aproximadamente 171 aviones en todo el mundo. Boeing se comprometió a trabajar con la FAA para realizar las inspecciones adecuadas, y Calhoun subrayó la importancia de entender y abordar las causas del evento.
Boeing también se comprometió a colaborar con la NTSB en la investigación. La reunión concluyó destacando las acciones tomadas por la tripulación del vuelo y Alaska Airlines en la gestión de la situación.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está siguiendo personalmente la situación y la inmovilización de los aviones Boeing 737 MAX 9 para inspección. La Casa Blanca expresó alivio por la seguridad de los pasajeros y la tripulación, señalando que los aviones permanecerán en tierra hasta completar inspecciones mejoradas.
Este incidente se suma a los desafíos de seguridad enfrentados por Boeing en años recientes, recordando la necesidad de mejorar los sistemas y procesos de gestión de seguridad y control de calidad. Mientras las investigaciones continúan, la industria y los reguladores observan de cerca la respuesta de Boeing y la seguridad de la flota 737 Max.
