Internacional.- Hermès es una de las casas de moda más prestigiosas y reconocidas del mundo, que se ha mantenido fiel a su tradición artesanal desde su fundación en 1837. El legado de la casa Hermès radica en su capacidad de adaptarse a los cambios sociales y culturales, sin perder su esencia ni su prestigio.
Para la moda actual es una referencia de lujo, que ha sabido conquistar a clientes de todo el mundo, desde celebridades hasta personas anónimas. Sus productos son objetos de deseo, que trascienden el tiempo y se convierten en iconos.
A pesar del éxito de la firma, esta continua siendo una empresa familiar, que ha sabido preservar su independencia y su identidad a lo largo de seis generaciones. Su actual director ejecutivo, Axel Dumas, es el bisnieto de Émile-Maurice Hermès, el nieto del fundador.
Por otra parte Nicolas Puech, de 80 años, descendiente en quinta generación del fundador Thierry Hermès, en la actualidad posee el 5,7% de las acciones, está soltero y no tiene hijos, y ha expresado su deseo de anular el contrato que legaría su fortuna a la Fundación Isócrates, que él mismo fundó, y en su lugar convertir a su empleado en heredero legal.
El empleado es un modesto hombre marroquí de 51 años casado con una española y padre de dos hijos, que fue tan leal a Nicolas que el empresario está haciendo todo lo posible para adoptarle.
Como residente en Valais (Suiza), las leyes no lo prohíben y, por ello, junto a sus abogados está buscando la forma para que se legalice.
Por su parte la fundación benéfica se opone al plan de Puech de cortar lazos, del que dice haberse enterado recientemente.
“Desde un punto de vista jurídico, una cancelación unilateral del contrato de herencia parece nula e infundada”, dijo la organización en un comunicado,. Por lo tanto, la fundación se ha opuesto a la cancelación del contrato, al tiempo que deja la puerta abierta a conversaciones con su fundador”.
Establecido por Puech en 2011 y financiado por él desde entonces, la Fundación Isócrates apoya el periodismo de interés público y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan hacia un “espacio público digital saludable”, según su sitio web.
El contrato de herencia entre la fundación y Puech, de quien no se sabe si tiene hijos, establece que sus acciones en Hermes queden en manos de la fundación. Esto es, a menos que sea padre, en cuyo caso su hijo tendría derecho a una parte de la herencia, y al menos el 50% en el caso de un hijo.
El auge de la demanda de artículos de lujo tras la pandemia ha impulsado a la firma francesa a una valoración de casi 230 800 millones de dólares, lo que hace que la participación de Puech valga más 12.000 millones de dólares.
