Tijuana, Baja California.- La danza política de la Gobernadora Marina del Pilar, o es representante del pueblo bajacaliforniano o es la líder estatal de Morena, toda vez que informa sobre las programas de gobierno pero también de los entresijos del proceso electoral interno del partido, donde por cierto nomás no da pie con bola.
Es curioso que, aunque existe un representante estatal, conocido como Ismael Burgueño, si es que aun dirige algo, ¿Alguien que nos pueda informar si aún sigue en el cargo?, son mínimas sus apariciones ante los medios, así como si la intención fuera que la Gober llevará la voz cantante en el tema, mera casualidad.
Muy a su estilo tiktokero, atiende los temas muy sonriente, pero al abordar lo referente a designaciones para las alcaldías sobre todo en Tijuana, el semblante cambia, se torna seria pues uno de sus gallos está a punto de ser desplumado, pero de repente recuerda que ese no es su papel y se despide con una sonrisa.
Tal cual ocurrió este sábado, al finalizar un evento cuando en atención a medios le preguntan respecto a la encuesta para la elección de candidatos a las alcaldías, y destacando la licencia solicitada por la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, a lo que responde: “No, todavía no se dan a conocer los resultados de los munícipes, la licencia creo que la pidió a partir del 14 de abril”. Y acto seguido, agregó: “ella está en todo su derecho de hacerlo, sin embargo, si seré muy clara en que los resultados aún no se llevan a cabo”.
Mantener el control del Estado, no ha sido una tarea fácil para la Gobernadora, aunque con las redes sociales se hace más divertido, lo que sí pareciera y son meramente suposiciones, es ser la cara del partido.
¿Por qué la gobernadora tiene que estar al tanto de la encuesta?, ¿dirige el estado o dirige a Morena BC?, ¿qué al caso Ismael Burgueño, el presidente estatal del partido, no tiene voz para resolver estas dudas?, ¿o acaso es solo un títere del Gobierno, que se somete a las órdenes del Ejecutivo?
Estas son algunas de las preguntas que se hacen los ciudadanos, que ven con preocupación cómo el gobierno se apodera de las instituciones políticas, como es el caso del Estado, y cómo los dirigentes, en este caso el señor Ismael Burgueño, quedan como unos monos de trapo que solo siguen las órdenes.
Creemos que la Gobernadora debió de ser un poco más institucional y redireccionar la respuesta a los representantes del partido, que son los que deben dar la cara por sus militantes y sus simpatizantes.
Y es que con tantas posiciones en juego, la casa mayor anda muy inquieta.
